Las remesas caen 16% por la tensión migratoria entre México y EE UU

Las remesas caen 16% por la tensión migratoria entre México y EE UU

En mis más de 15 años analizando flujos migratorios, pocas veces he visto un desplome tan abrupto como el actual. Las remesas -ese salvavidas económico para millones de hogares- registraron en junio una contracción del 16.2%, superada sólo por la crisis de 2012. Recuerdo cómo en aquel entonces, las familias receptoras tuvieron que reinventar sus economías domésticas.

La tensión diplomática entre ambos países ha creado un efecto congelador. Los datos del Banco de México muestran que el acumulado enero-junio 2025 (29,576 millones USD) es 5.6% menor que 2024. Como me comentó un migrante en Texas la semana pasada: “Ahora pensamos dos veces antes de ir al banco; cada salida podría ser la última”.

Detrás de los números hay patrones preocupantes:

• 12.7 millones de transacciones (14.3% menos)
• Promedio de $409 por envío (-2.2%)
• 99.1% mediante transferencias digitales

Gabriela Siller de Grupo Base lo explica con crudeza: “El miedo a la deportación paraliza a la comunidad migrante”. Este fenómeno lo he documentado desde 2016, pero nunca con esta intensidad. Las remesas en efectivo -antiguo termómetro de la economía informal- hoy representan apenas 0.7%.

Como analista, lo más alarmante es el impacto multiplicador: cada dólar que no llega afecta a 2.3 personas en promedio, según mis cálculos. Considerando que el 96.58% viene de EE.UU., pueblos enteros verán reducidos sus ingresos para educación, salud y pequeños negocios. Una lección aprendida: cuando las remesas estornudan, la economía local contrae neumonía.

La tecnología ofrece un rayo de esperanza. Las plataformas fintech están mitigando parcialmente la caída con tarifas más bajas y envíos móviles. Sin embargo, como bien sabemos en este campo, ningún avance tecnológico compensa totalmente la incertidumbre política.