Un Paso Clave en un Conflicto Aéreo Prolongado
Desde mi experiencia siguiendo la aviación en la región, les puedo decir que el anuncio de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) sobre la devolución de seis horarios operativos o slots en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a compañías aéreas estadounidenses no es una simple noticia. Es una concesión táctica en una compleja partida de ajedrez diplomático-aeronáutica que lleva años jugándose. He visto cómo estos diferendos, si no se manejan con precisión, pueden escalar rápidamente a guerras de restricciones que perjudican a los pasajeros y a la economía.
Las Piezas en el Tablero: Aerolíneas y un Software Prometido
El titular de la SICT, Jesús Esteva Medina, no reveló los detalles finales, pero en este ecosistema, la información circula. Sabemos que las principales afectadas por los recortes de 2023 fueron United, American y Delta. La devolución de sus franjas horarias es un gesto necesario para destrabar las negociaciones. Más revelador, sin embargo, es el compromiso de adquirir un nuevo sistema informático para la asignación de slots bajo estándares globales. En mis años, he aprendido que la transparencia en este proceso es crítica; la percepción de arbitrariedad es tan dañina como la realidad, y este movimiento busca precisamente apaciguar reclamos históricos de las aerolíneas.
El Contexto de las Sanciones y la Carrera Contra el Reloj del 2026
No podemos entender este gesto sin mirar la represalia previa del Departamento de Transporte (DOT) de EE.UU., que revocó permisos para rutas mexicanas. Es un recordatorio crudo de que en la aviación internacional, la reciprocidad es la ley no escrita. La declaración de Esteva sobre llegar a un acuerdo antes de la Copa Mundial FIFA 2026 es el verdadero motor aquí. He sido testigo de cómo estos megaventos actúan como catalizadores: la presión por garantizar conectividad fluida y capacidad operativa es inmensa. El mensaje subyacente es claro: se necesita estabilidad y previsibilidad a toda costa.
Reflexión Final: Más Allá de los Horarios
Lo que está en juego trasciende seis slots. Es la credibilidad de la regulación aeronáutica mexicana y la salud de la relación aérea bilateral, un puente económico vital. Las “conversaciones continuas” de las que habla el funcionario son, en la práctica, una negociación minuciosa donde cada punto de la agenda de seguridad operacional y capacidad del AICM se examina con lupa. La lección que queda, una vez más, es que en la aviación global las acciones tienen reacciones inmediatas, y que los acuerdos duraderos se construyen sobre bases técnicas sólidas y diálogo constante, no sobre imposiciones. El camino hacia la normalización parece trazado, pero su éxito dependerá de la implementación rigurosa de lo pactado.
