El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) confirmó este viernes el primer caso en México de influenza virus A H3N2 subclado K, según informó la Secretaría de Salud. El paciente afectado respondió de manera favorable al tratamiento ambulatorio con antivirales y se encuentra ya recuperado. Esta confirmación se produce en un contexto de vigilancia epidemiológica reforzada, luego de que, la noche anterior, el secretario de Salud, David Kershenobich, señalara que en el país no se había identificado aún ningún caso de esta variante, que ha registrado un repunte significativo en Estados Unidos, Canadá y varias naciones europeas.
Las autoridades sanitarias mexicanas han sido enfáticas en subrayar que, si bien en otras regiones se ha observado una mayor transmisibilidad, esta variante presenta características clínicas y epidemiológicas similares a las de la influenza estacional que circula anualmente. Por lo tanto, su manejo clínico protocolario es el mismo y la principal herramienta de prevención sigue siendo la vacunación. “No representa un motivo de alarma para la población”, aseguró la dependencia federal, haciendo un llamado a mantener la calma y a enfocarse en las medidas de protección probadas.
El mensaje central de la Secretaría de Salud se orienta hacia la prevención activa. Se insta a la ciudadanía a acudir a los centros de salud y puestos de vacunación para aplicarse las dosis correspondientes a la temporada invernal, que incluyen inmunizaciones contra la influenza, COVID-19 y neumococo. Estas vacunas son efectivas para reducir el riesgo de infección, prevenir complicaciones graves, hospitalizaciones y proteger de manera especial a los grupos más vulnerables. Entre estos grupos se encuentran niñas y niños, personas adultas mayores, mujeres embarazadas, personal sanitario y quienes viven con comorbilidades como diabetes, hipertensión o enfermedades pulmonares crónicas.
En caso de presentar síntomas y obtener un diagnóstico positivo, la recomendación oficial es buscar atención médica profesional. De ser necesario, se iniciará un tratamiento antiviral específico, el cual es más efectivo en las primeras etapas de la enfermedad. Paralelamente, se debe usar cubrebocas de manera constante y acatar medidas de aislamiento para cortar las cadenas de transmisión. La Secretaría de Salud reiteró que mantiene una vigilancia epidemiológica activa y un compromiso con la transparencia, por lo que continuará informando de manera oportuna y clara sobre cualquier actualización relevante.
Este caso se enmarca dentro de un escenario regional de alerta. Este lunes, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hizo un llamado a los países de las Américas para reforzar sus planes de atención ante el aumento de casos de influenza y otros virus respiratorios en el hemisferio norte. La recomendación de la OPS es clara: es fundamental fortalecer las campañas de vacunación, garantizar el diagnóstico oportuno e implementar medidas preventivas para proteger a la población vulnerable, con el objetivo último de evitar la saturación de los sistemas de salud.
A nivel global, desde finales de noviembre se ha registrado un incremento en la actividad de la influenza. En países como Canadá y Estados Unidos, detalló la OPS, predomina el tipo A(H3N2), incluido específicamente el subclado K, que también ha sido ampliamente detectado en varios países de Asia. Los análisis preliminares de esta variante indican que posee una mayor capacidad de transmisión en comparación con otras cepas circulantes, una respuesta reducida a la vacuna estacional actual y una tendencia a provocar síntomas más intensos. Estos síntomas incluyen fiebre alta, cefalea, dolor de garganta, tos seca, mialgias, fatiga extrema, congestión nasal, malestar general y falta de apetito. Todas estas manifestaciones clínicas pueden ser considerablemente más severas en poblaciones de riesgo, como niños pequeños, adultos mayores o personas con condiciones de salud subyacentes, de ahí la importancia crítica de la vigilancia y la prevención.














