México se consolida como destino final para migrantes sin documentos

¿Qué pasaría si México dejara de ser solo un puente hacia Estados Unidos y se convirtiera en una tierra de oportunidades? Un informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) revela que el 41% de los migrantes que ingresan irregularmente al país ya lo ven como su meta final, un aumento del 15% respecto a 2023. Pero aquí está el desafío disruptivo: el 83% carece de documentación, lo que los condena a la invisibilidad legal.

Imaginemos un sistema de integración ágil donde, en lugar de burocracia, se implementen visas humanitarias con acceso inmediato al empleo formal. Cuba, Haití y El Salvador lideran esta nueva diáspora, con tasas superiores al 50%. La violencia (53%) y la precariedad económica (37%) los expulsan de sus naciones, pero México podría transformar esta crisis en una revolución laboral si repensara sus políticas migratorias.

El dato más provocador: el 74% de quienes completan el proceso de asilo son reconocidos como refugiados. ¿Por qué no automatizar este reconocimiento mediante inteligencia artificial cruzada con bases de datos de violencia global? Así se reducirían los trámites de años a semanas.

La ruta migratoria ya no es lineal: 54% de venezolanos viene de Colombia, 51% de haitianos de Chile. Esto exige soluciones transfronterizas, como pasaportes regionales que validen competencias laborales entre países. La falta de documentos no es un problema, es la oportunidad para crear el primer sistema digital de identidad migrante en América Latina.

México está ante una disyuntiva histórica: seguir viendo a los migrantes como carga o liderar un modelo donde su fuerza de trabajo revitalice industrias clave. La innovación no está en construir muros, sino en diseñar puentes digitales que conviertan el talento nómada en prosperidad compartida.