La presión del gasto festivo y la resaca financiera en 2025
Casi la mitad de la generación millennial, un 49%, anticipa que los desembolsos de la temporada festiva impactarán severamente su economía personal durante el primer mes del año, en el fenómeno conocido como la “cuesta de enero“, según un estudio reciente.
La firma especializada en soluciones financieras y gestión de deuda, Bravo, revela que un 59% adicional admite que diciembre ejerce una presión significativa y a menudo insostenible sobre su presupuesto mensual.
De los regalos a la deuda digital: un riesgo generacional
Luis Lucido, portavoz de la compañía, explica que el aguinaldo suele percibirse como un capital extra que ofrece flexibilidad. No obstante, su utilización sin una estrategia financiera clara puede desencadenar una acumulación crítica de obligaciones crediticias.
La predisposición al consumo en regalos, experiencias gastronómicas y decoración lleva a que un 69% de la población en México destine hasta 10 mil pesos exclusivamente en obsequios, utilizando predominantemente plataformas de crédito bancarias y comerciales.
Los datos indican que un 39% de los mexicanos emplea el plástico como su principal medio de pago en estas fechas, una práctica que puede generar intereses compuestos elevados y un riesgo tangible de sobreendeudamiento tecnificado.
El aguinaldo como herramienta de bienestar financiero
La firma enfatiza que el aguinaldo debe conceptualizarse como un recurso estratégico para eludir cargas económicas posteriores o para optimizar el estado de cuentas existente, especialmente en un periodo de consumo exponencial.
“Es crucial que estas celebraciones no se transformen en una carga económica que se extienda más allá de las fiestas. El aguinaldo no es un cheque en blanco, sino una herramienta de empoderamiento financiero que, empleada con inteligencia, puede ser el mejor aliado para prevenir deudas futuras o sanear las actuales. De lo contrario, la euforia de diciembre podría materializarse en estrés económico real en enero”, alertó el experto.
Hacia una gestión inteligente del capital festivo
El portavoz subrayó que disponer de un plan financiero definido, auditar las deudas vigentes, prever desembolsos imprevistos y anticipar adquisiciones son pilares fundamentales para evitar la presión económica en enero.
Destacó que la temporada debe vivirse plenamente sin que se convierta en una losa económica, y que una gestión consciente del aguinaldo puede definir la estabilidad económica de los hogares.
Advirtió que, por meticulosa que sea la planificación, las fiestas pueden conllevar gastos sorpresa: desde un obsequio de última hora hasta una reparación doméstica urgente o una eventualidad familiar.
“La temporada implica casi siempre precios inflados y alta demanda. Planificar con antelación permite comparar en el mercado digital, aprovechar ofertas relámpago y cashbacks, y optimizar así el presupuesto. Esta metodología reduce la necesidad de recurrir a créditos de último momento con tasas poco favorables”, concluyó la empresa.
