Periodistas sobreviven a tiroteo durante cobertura en Culiacán

En el poblado El Pozo, perteneciente a la sindicatura de Imala, un grupo de periodistas que investigaba un reporte sobre tres homicidios cerca de una escuela secundaria quedó atrapado en medio de un violento enfrentamiento entre grupos rivales. Pese a la confusión inicial, solo se confirmó una víctima mortal y un herido trasladado de emergencia.

Desde las primeras horas del lunes, llamadas a los servicios de emergencia alertaron sobre choques armados recurrentes en esta zona al nororiente de Culiacán. Testimonios señalaban tres cadáveres abandonados en una camioneta cerca de un callejón escolar, lo que motivó la movilización de reporteros para verificar los hechos.

Uno de los comunicadores, que viajaba en un vehículo pequeño, quedó brevemente atrapado en el fuego cruzado. “En 15 años cubriendo conflictos, nunca sentí las balas tan cerca”, relató después bajo anonimato por seguridad. El resto del equipo buscó refugio hasta la llegada de efectivos del Ejército y la Policía Federal.

Al cierre de esta edición, las autoridades solo confirmaban el hallazgo de un hombre sin vida junto a un radio de comunicación, una motocicleta abandonada y dos automóviles con impactos de bala. Horas más tarde, ingresó a un hospital Rogelio “N”, de 23 años, con heridas de arma de fuego, aunque se desconoce su posible vinculación con los enfrentamientos.

Este incidente refleja los riesgos extremos del periodismo en zonas calientes. Como veterano en coberturas de conflicto, he aprendido que ningún “scoop” vale una vida: la verificación remota y los protocolos de seguridad son tan cruciales como el instinto periodístico cuando el panorama se torna impredecible.