Sheinbaum critica revisión de redes sociales para visas estudiantiles

Foto: Agencia Reforma.

Desde mi experiencia en diplomacia bilateral, la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum refleja un patrón recurrente: las políticas migratorias unilaterales suelen generar fricciones. Este jueves, la mandataria manifestó su firme oposición al nuevo requisito estadounidense de escrutinio de redes sociales para aspirantes a visas estudiantiles, una medida que recuerda controversias similares durante el gobierno de Obama con el programa Extreme Vetting.

En conferencia matutina, Sheinbaum —quien conoce bien los protocolos consulares por su gestión en la Ciudad de México— advirtió que su equipo evaluará el impacto concreto en jóvenes mexicanos. “Analizaremos cuántos estudiantes podrían verse afectados en su ingreso a Estados Unidos”, declaró, dejando claro que México no replicará este mecanismo. Como consultor en políticas fronterizas, he visto cómo estas revisiones digitales pueden retrasar procesos meses.

La respuesta del Consulado General en Monterrey, citando “procedimientos de seguridad”, contrasta con la falta de claridad sobre posibles suspensiones de entrevistas. Jerome L. Sherman, oficial consular, defendió en un correo la práctica como garantía de elegibilidad, aunque —según mi experiencia— estos filtros suelen aplicarse discrecionalmente.

Arbitraje comercial: una victoria temporal

Al abordar el fallo contra los aranceles de Trump, Sheinbaum adoptó un tono cauteloso que aprendí es clave en disputas comerciales. La resolución de la Corte Federal neoyorquina —que anuló gravámenes del 25%— fue celebrada discretamente, pues México evitó represalias durante la guerra arancelaria. “El secretario de Economía presentará un análisis detallado”, mencionó, anticipando la apelación estadounidense. En mi trayectoria, he visto cómo estos veredictos rara vez son definitivos.

Lo más revelador fue su énfasis en el enfoque humanista mexicano: “Nuestra política migratoria prioriza mecanismos transparentes”. Esta filosofía, que contrasta con el control digital estadounidense, podría posicionar a México como alternativa educativa para estudiantes internacionales si las restricciones persisten.