Un reconocimiento que invita a la reflexión
La revista Forbes ha vuelto a publicar su controvertida lista anual, y en la edición de 2025 ha colocado a la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, en la quinta posición entre las cien mujeres más poderosas del planeta. Pero, ¿qué significa realmente este galardón mediático? ¿Es un reflejo auténtico de influencia o un ejercicio de medición que simplifica realidades complejas?
Las métricas detrás del mito
La publicación, en su vigésima segunda edición, afirma basar su clasificación en cuatro pilares: capital económico, presencia en medios de comunicación, impacto tangible y esferas de influencia. Para los perfiles políticos como el de Sheinbaum, se ponderaron el Producto Interno Bruto y la población de la nación que gobiernan. Sin embargo, esta metodología plantea una pregunta incisiva: ¿Pueden cifras macroeconómicas y demográficas capturar la verdadera esencia del liderazgo y su efecto en la vida de las personas?
Un panorama global de poder
El listado coloca a la mandataria mexicana en una cohorte ecléctica. Comparte los primeros escaños con figuras como Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; Christine Lagarde, al frente del Banco Central Europeo; y las primeras ministras Sanae Takaichi de Japón y Giorgia Meloni de Italia. Más abajo, el ranking mezcla a la filántropa MacKenzie Scott, ejecutivas de Microsoft y SpaceX, y celebridades como Taylor Swift y Kim Kardashian. Esta amalgama revela la propia definición de “poder” que maneja Forbes: una fusión de política, riqueza, cultura y alcance mediático.
La narrativa construida por Forbes
El perfil dedicado a Sheinbaum por la revista destaca, como era previsible, su hito histórico como primera mujer en alcanzar la presidencia de México. También rescata su trayectoria como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y su formación como científica con un doctorado en ingeniería energética. Menciona, de manera específica, la implementación del sistema de Cablebús como un logro de su gestión capitalina y su participación en el panel de la ONU que mereció el Premio Nobel de la Paz en 2007.
La otra cara de la moneda: lo que el ranking no dice
Un análisis periodístico perspicaz debe ir más allá de la nota de prensa. La inclusión en esta lista es, sin duda, un indicador de proyección global y reconocimiento institucional. No obstante, la verdadera medida del poder—especialmente el político—se debate diariamente en las calles, en el congreso, en los indicadores de bienestar y en la percepción ciudadana. El poder que Forbes mide es, en gran parte, el poder simbólico y mediático. La influencia duradera, la que transforma sociedades, sigue un criterio distinto y más difícil de cuantificar. La colocación de Sheinbaum en este top 5 mundial plantea, en última instancia, un espejo: refleja la imagen que el mundo financiero y mediático tiene de México y su liderazgo en este momento preciso, una fotografía potente pero, como todas, incompleta.















