Sheinbaum inicia gira nacional para rendición de cuentas

Con una energía que recuerda aquellos primeros días de campaña, la Presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado el inicio de una exhaustiva gira por toda la nación. A partir de este viernes, emprenderá una ambiciosa “rendición de cuentas” directa con la ciudadanía, una estrategia que, desde mi experiencia, marca la diferencia entre gobernar desde un escritorio y hacerlo desde el territorio.

El plan es tan audaz como necesario: recorrer tres entidades federativas por día para cubrir la totalidad del país en un plazo récord de tres semanas y media. He visto muchos esfuerzos de comunicación gubernamental a lo largo de los años, pero la decisión de condensar este nivel de interacción en un tiempo tan corto demuestra una firme determinación por conectar.

El corazón de esta gira no son solo los discursos, sino el contenido concreto. En cada parada, la Presidenta detallará el estado de los programas de bienestar social, el avance de las obras públicas de infraestructura y los proyectos futuros diseñados para cada región. Esta personalización del mensaje, adaptándolo a las realidades locales, es una lección que todo servidor público debería aprender: no existe una sola México, existen muchos Méxicos.

La colaboración con las autoridades locales será clave. Sheinbaum destacó que trabajará codo a codo con todos los Gobernadores y Gobernadoras, un gesto que fortalece el necesario principio de concurrencia y evita la tentación del centralismo. En mi trayectoria, he comprobado que los proyectos más exitosos son aquellos que se construyen desde abajo, con el concurso de todos los niveles de gobierno.

Este ejercicio masivo de transparencia y rendición de cuentas es más que una serie de eventos; es una poderosa declaración de principios. Significa llevar la administración pública a las plazas, escuchar las demandas directamente y, sobre todo, demostrar con hechos y datos el rumbo que está tomando el país. Es un compromiso que, sin duda, redefine la relación entre el gobierno y los gobernados.