Una Respuesta que Demanda Verdad y Transparencia
Desde mi experiencia en el análisis de seguridad, he visto cómo los eventos violentos en carreteras, como el lamentable suceso en la Tampico-Mante, suelen dejar más preguntas que respuestas inicialmente. La Presidenta Claudia Sheinbaum ha abordado el caso con la seriedad que exige, anunciando una investigación a fondo.
Durante la conferencia matutina, la Presidenta fue cuestionada sobre el hecho registrado el lunes alrededor de las 20:00 horas.
He aprendido que en situaciones donde se reportan fallecimientos de civiles con participación de elementos castrenses, la transparencia no es solo una opción, es una obligación. Sheinbaum calificó el incidente como “un caso muy lamentable”, y confirmó que la Secretaría de la Defensa Nacional ya ha tomado cartas en el asunto.
En mi trayectoria, una lección se repite: la versión inicial rara vez captura la complejidad total. Según el parte militar, los ocupantes de una camioneta Pick Up interceptaron y pretendieron embestir a una unidad del convoy. La percepción de una amenaza inminente por parte de los soldados desencadenó la respuesta letal. Comprender el contexto exacto en ese momento crítico es la clave que determinará la racionalidad de la actuación.
La mandataria fue clara al señalar el marco legal: las fuerzas federales deben actuar con un uso racional de la fuerza y de sus armas de fuego. No se trata solo de un protocolo escrito; es un principio que, en la práctica, separa la legítima defensa de un exceso. La doble revisión que menciona—la interna de la Policía Militar y el juicio civil—es el procedimiento indispensable para construir credibilidad.
Concluyó enfatizando la proximidad con las familias afectadas y la determinación de esclarecer completamente los hechos. Este compromiso público es el primer paso, fundamental, en el largo camino hacia la justicia y la rendición de cuentas que la ciudadanía espera.
