Sinaloa vive ola de violencia pese a reforzamiento militar

El operativo de seguridad con casi 10 mil efectivos —incluyendo tropas del Ejército, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad— no ha logrado frenar la espiral de violencia en Sinaloa, gobernado por Rubén Rocha del partido Morena.

En Culiacán, el epicentro del conflicto, amanecieron 20 víctimas de ejecución: cuatro decapitadas y colgadas de un puente, mientras 16 cadáveres más fueron abandonados en una camioneta robada a una empresa local. Este macabro escenario forma parte de la guerra entre facciones del narcotráfico: “Los Chapitos” contra “Los Mayitos”, que cumple 10 meses de enfrentamientos.

En la escena del crimen se halló un mensaje dirigido a Iván Archivaldo Guzmán, líder de “Los Chapitos”, acusándolo de cobardía y extorsión. El texto, firmado como “El Pueblo de Sinaloa”, promete un “nuevo Sinaloa sin lacras”.

Ese mismo día, la entidad registró otros 7 homicidios y al menos 5 secuestros, según reportes policiales. Horas después, un ataque con fusiles de alto poder en una gasolinera de Elota dejó un muerto y dos heridas, incluida una niña de 6 años.

La ola de sangre ocurre tras la visita de Omar García Harfuch, secretario federal de Seguridad, quien anunció el refuerzo de 1,200 militares y 400 policías. Pese a esto, los crímenes aumentaron 232% en comparación con 2024, según datos oficiales.

Este escenario refleja la complejidad del combate al crimen organizado en la era digital, donde los carteles usan tácticas de terror mediático y desafían abiertamente al Estado.