“Soy médico y abogado para defender las injusticias”

A los 25 años de ser médico cirujano, Pedro González y Estévez había pasado por más de una situación injusta en los hospitales donde laboraba, lo que lo llevó recordar su admiración hacia Benito Juárez, por lo que se dio el tiempo de estudiar derecho en la Universidad Autónoma de Tamaulipas a sus 42 años de edad, concluyendo su segunda carrera con un examen brillante.

Contando con dos títulos profesiones, el de médico cirujano y el de licenciado en Derecho, la pregunta surgió, ¿qué carrera seguir? En la primera ya contaba con un reconocimiento que avalaba su trayectoria, mientras que la otra era nueva, por lo que el doctor Pedro González decidió hacer una mezcla de ambas profesiones.

“Empecé a interesarme, sabiendo medicina legal y derecho en la problemática médica, entonces gran parte de mi vida me he dedicado a la defensoría médica y puedo decir que hasta el momento no he sufrido descalabros con mis clientes. El prestigio de médico creo lo arrastre para la abogacía”, indica el doble profesionista.

Añade que también tiene pasión por la docencia que lo llevó a impartir cátedra, dando clase de medicina legal en la Facultad de Derecho, además de cirugía y propedéutica en medicina.

“Sé por ejemplo la anatomía del cuerpo humano, lo mismo que sabe un médico forense, nada más que yo he tenido un porcentaje mucho mayor de abrir personas en vida, para salvarles la vida… En mi carrera sigo teniendo éxitos como cirujano y sigo teniendo éxitos como perito de los supuestos delitos médicos”, apunta.

González y Estévez dijo que esta doble carrera lo ha llevado a aprender junto a los doctores el marco legal de la función médica, al grado de señalar que gran parte de los problemas médicos-legales es porque los galenos no aprenden derecho; lo mismo ocurre con los abogados a quienes les cuesta mucho trabajo aprender medicina.

“Cuando emito un dictamen, lo emito basado en la ciencia médica… Tengo 50 años de ser cirujano y 25 de ellos, los últimos, de ser abogado y tengo la oportunidad de jugar en las dos canchas al mismo tiempo”.

Basado en su experiencia dentro de la abogacía, indica que en muchos de los casos las demandas contra un médico son infundadas y generalmente hay otro colega detrás de la denuncia mal asesorando a la persona.

“Le puedo decir de un caso de una recién egresada de la universidad, que tiene un fallecimiento por una mala atención en el parto y cuando nosotros vamos a la investigación, sucede que el hospital donde se atiende tiene muchas deficiencias. Entonces muchas de las negligencias por las que se acusa a un médico, generalmente hay un tercer responsable que son las instituciones”, asegura.

Reconoce que la medicina y el derecho son disciplinas en las cuales no se puede dejar de estudiar ya que surgen nuevos aparatos, técnicas, medicamentos; mientras que en el derecho hay leyes nuevas, aplicaciones nuevas, tecnología inmersa dentro del ejercicio de la profesión del abogado, por lo que no se puede dejar de estudiar.

 

Fuente: Milenio

 

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