Las redes están llenas de videos de magia callejera pero pocos son los que se atreven a mostrar lo que realmente ocurre cuando estas rutinas no salen como se esperaba.
La escena transcurre en un malecón cerca del río Támesis, en el sur de Inglaterra , cuando un mago le pide a un transeúnte que lo ayude con una de sus ilusiones que consiste en hacer desaparecer varios objetos frente a sus ojos.
El protagonista le pidió a la persona que está por deslumbrar con su prestidigitación que extienda las palmas de sus manos mientras hacía que un marcador se esfumara de su vista como por arte de magia.
Sin embargo, lo que realmente ocurría era que el ilusionista lanzó por encima de la cabeza del voluntario el marcador para que su ayudante lo atrapara en el aire sin que se diera cuenta. Para continuar con la rutina, hizo lo propio con un encendedor.
“Esta vez intentémoslo con algo más grande”, precisó el mago y le pidió a la persona a la que había estado deslumbrado con el truco que sacara su teléfono celular, que era un costoso iPhone.
Se observa que el mago lanza el teléfono muy fuerte y va a parar al fondo del río Támesis. El dueño del iPhone no entiende bien lo que pasaba hasta que el ilusionista le preguntó si tenía seguro y le ofreció disculpas por lo que pasó.
“¿Sabes qué? Soy un mago y has estado sosteniendo ese café todo este tiempo. Sácale la tapa y mira qué hay adentro. Sácalo. ¿Ese es tu teléfono?”, señaló el mago, trayendo de vuelta el iPhone del voluntario sano y salvo.
AGENCIAS
