La Secretaría de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social presentó la actualización del Semáforo del Cuidado del Agua en Tamaulipas, un instrumento clave para evaluar la disponibilidad del recurso en el estado. Este balance, resultado de la Tercera Vigésima Reunión Ordinaria del Comité de Seguimiento y Evaluación, presidida por el secretario Raúl Quiroga Álvarez y con la participación del alcalde de Ciudad Victoria, Eduardo Gattás Báez, revela un panorama marcado por fuertes contrastes regionales. Los datos, basados en el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), dibujan una situación de déficit en zonas cruciales, exigiendo una gestión diferenciada y medidas urgentes.
El escenario más crítico se concentra en el norte del estado. La zona norte de Tamaulipas registra condiciones que oscilan entre anormalmente seco y sequía moderada, un panorama meteorológico que impacta directamente a la Cuenca del Río Bravo. Esta cuenca se mantiene en el color rojo del semáforo, el nivel de máxima alerta. La razón técnica fundamental es el bajo almacenamiento en las presas internacionales, que constituyen la principal fuente de suministro para la región. El volumen de agua requerido para mantener la estabilidad del suministro en esta cuenca es de 300 millones de metros cúbicos. Sin embargo, las presas internacionales registran actualmente apenas 204.6 millones de metros cúbicos, lo que representa un déficit significativo de aproximadamente 95.4 millones. Este déficit justifica plenamente la declaratoria de alerta roja y obliga a las autoridades a gestionar el recurso con extrema cautela, monitoreando de cerca el consumo en todos los municipios de la zona norte. El balance de la Cuenca del Río Bravo es, sin duda, el principal factor de preocupación en la actualización del semáforo estatal.
En contraste absoluto, la situación en el sur del estado es considerablemente más favorable. La Cuenca del Guayalejo–Tamesí se mantiene mayoritariamente en color verde, indicando una condición estable y sin riesgos inmediatos. Esta situación se debe a la amplia disponibilidad de fuentes de agua, tanto superficiales como subterráneas, en la región. Durante la sesión del comité se destacó la importancia estratégica del proyecto del Dique El Moralillo, una obra de infraestructura clave que, lejos de ser una respuesta a una crisis, es una inversión en seguridad futura. Este dique permitirá almacenar 250 millones de metros cúbicos adicionales de agua superficial, fortaleciendo aún más la seguridad hídrica en una región que ya goza de un estatus favorable. La obra es vital para la sostenibilidad a largo plazo de los municipios de la zona conurbada del sur de Tamaulipas, asegurando la disponibilidad del recurso ante eventuales variaciones climáticas.
Otras regiones presentan situaciones intermedias que requieren atención constante. La Cuenca del Río San Fernando se encuentra en color amarillo, un nivel que indica vigilancia y la necesidad de acciones preventivas. Debido a esta condición, continúan los apoyos mediante pipas para reforzar el abastecimiento en las localidades que presentan menor disponibilidad del vital líquido. Por su parte, la Cuenca del Altiplano presenta un escenario mixto y complejo, con municipios figurando en color amarillo y rojo. Este déficit se origina en su principal fuente de abastecimiento, el acuífero Tula–Bustamante, lo que genera problemas en el suministro para siete municipios de la cuenca. No obstante, es importante precisar que, a pesar del déficit general, los municipios de Mainero e Hidalgo mantienen la demanda cubierta. Esto se debe a que la infraestructura existente de pozos profundos en esas dos localidades permite satisfacer, por el momento, la demanda de uso público urbano sin complicaciones mayores.
El desglose municipal del semáforo detalla el impacto concreto de esta situación. Un total de trece municipios se encuentran en alerta roja por su crítica situación hídrica: Camargo, Guerrero, Díaz Ordaz, Matamoros, Mier, Miguel Alemán, Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo, San Nicolás, Tula, Valle Hermoso y Victoria. En color amarillo, requiriendo atención constante, se encuentran dieciséis municipios, entre ellos Abasolo, Burgos, Bustamante, San Fernando y Villagrán. Finalmente, en la situación más favorable, de color verde, se ubican catorce municipios, incluyendo Aldama, Altamira, Ciudad Madero, Tampico, El Mante y Xicoténcatl.
Frente a este panorama, las autoridades han anunciado una movilización de recursos sin precedentes. El secretario Raúl Quiroga Álvarez informó sobre una inversión histórica en materia de infraestructura hídrica para el estado. El gobierno federal, en coordinación con el Gobierno de Tamaulipas, ha destinado más de 7 mil millones de pesos para obras hídricas. El propósito final de esta inversión millonaria es avanzar en el reordenamiento integral de las cuencas, recuperando su sostenibilidad a largo plazo. Esta estrategia busca garantizar un manejo responsable y técnico del recurso hídrico, con el beneficio directo de las familias tamaulipecas como objetivo central. La coordinación entre ambos niveles de gobierno se presenta como un elemento clave para ejecutar las obras de infraestructura necesarias que mitiguen los efectos de la sequía en el norte y consoliden la seguridad hídrica en todo el territorio estatal.


















