SNTE propone restringir celulares para combatir rezago y bullying en escuelas de Tampico

Uno de los daños colaterales de la pandemia fue la dependencia de los estudiantes hacia los celulares, los cuales han contribuido al rezago educativo en nivel básico y contribuido al bullying, así que una de las propuestas es evitarlo dentro de las instituciones educativas de manera obligatoria.

Este lunes van a ingresar los estudiantes de educación básica a las aulas después de las vacaciones de invierno y el reto será abatir el rezago educativo existente, que es entre el 40% y 50% en nivel primaria y secundaria, así que una de las recomendaciones de los especialistas es alejar los dispositivos tecnológicos.

Rogelio Pérez Lara, secretario de organización de la región 8 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Tampico, aseguró que una propuesta sería que las instituciones educativas eviten el ingreso a los estudiantes con dispositivos móviles, porque sirven como distractores.

 

“Estoy de acuerdo que las escuelas prohíban el uso de celulares, porque te digo, en muchas ocasiones hacen stickers de los maestros, los comparten en sus grupos y eso genera problemas”, declaró el profesor, ya que no todos los directores aceptan la medida de retirar los teléfonos.

Detalló que en la mayoría de las escuelas los directores no quieren problemas con los padres de familia a la hora de retirar un teléfono, pero hay instituciones en donde el director es estricto “en donde una vez a la semana por sorpresa la directora, el subdirector y los prefectos iban salón por salón revisando las mochilas para quitar celulares”.

Sin embargo, los especialistas refieren que el uso de los aparatos de tecnología durante los dos años de escuela remota generó cierta dependencia entre los niños y jóvenes, generando cambios en su forma de aprender al momento de llegar a clases presenciales, reconoció Alejandro Cruz Rosas, director del Hospital Psiquiátrico de Tampico.

“El niño lo utiliza como una forma lúdica, como un juego y todo es propiciado por los mismos padres para tratar de tener control sobre ellos, entonces al poner ciertas reglas el niño ya no responde de la misma manera, así que es una situación que afecta en su aprendizaje”, declaró.

La dependencia ha contribuido al rezago educativo en el sistema escolar, ya que en la escuela no es la misma concentración y en los hogares los padres de familia han fortalecido la problemática, al exponer a sus hijos a los teléfonos y tabletas por largos periodos de tiempo para tratar de tenerlos tranquilos.

“Entonces en la comunidad ya no están teniendo el mismo efecto en los niños que dicen voy a la escuela a aprender, dicen que van a tratar de evitar eso por toda esa estimulación que recibieron por los celulares”, puntualizó el experto, así que es una tarea titánica la de padres y del sector educativo.

La reprobación

A partir del ciclo que comenzó en agosto de 2022 y que mantiene su continuidad en este 2023, una de las estrategias que van a comenzar a aplicar las instituciones educativas públicas es la reprobación, a los estudiantes que tengan el rezago más marcado y que no se vea el respaldo de los papás para tratar de salir adelante.

Las evaluaciones tendrán que regularse lo más pronto posible porque se tienen problemas fuertes en cuanto a la educación de los niños y jóvenes, ya que comienzan a existir afectaciones como la deserción escolar por diversos factores sociales, ya que en algunas secundarias de la ciudad uno de cada cuatro estudiantes llega a profesional.

Fuente: Milenio.

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