Incendio en recicladora de Saltillo genera alerta ambiental

Saltillo, México — Una vez más, el cielo de la capital coahuilense se tiñe de negro. No es una metáfora del progreso, sino la cruda realidad de un sistema industrial frágil. Las llamas devoran una planta recicladora en el corazón de la zona industrial, liberando al aire no solo humo, sino preguntas incómodas: ¿Estamos sacrificando la seguridad por el crecimiento económico?

El fuego, que comenzó en los patios de acopio de materiales, se suma a una cadena de incidentes recientes. Solo días atrás, la fábrica china Daimay —dedicada a componentes automotrices— ardía ante la mirada impotente de los ciudadanos. ¿Coincidencia o síntoma de un modelo insostenible?

Mientras bomberos de Saltillo y Ramos Arizpe combaten las llamas en el Bulevar Vito Alessio Robles —cerrado al tráfico—, el viento empuja la nube tóxica hacia Arteaga. No hay heridos, pero el verdadero daño es invisible: partículas contaminantes que cuestionan nuestros protocolos de emergencia y la transparencia de las industrias.

Este no es un simple reporte de incendio. Es una llamada de atención. En una era donde la economía circular se vende como solución, ¿por qué las recicladoras —supuestos pilares de la sostenibilidad— se convierten en focos de riesgo? La innovación no debe limitarse a procesar residuos, sino a reinventar la seguridad industrial con tecnologías disruptivas: sensores predictivos, drones antiincendios o materiales ignífugos de última generación.

Mientras el humo se disipa, una pregunta persiste: ¿Aprenderemos de estas llamaradas… o seguiremos apagando fuegos en lugar de prevenirlos?