Javier Aguirre enfrenta críticas por su silencio ante las redadas antiinmigrantes

¿Por qué Javier Aguirre, estratega de la Selección Mexicana, evita pronunciarse sobre las redadas antiinmigrantes que afectan a miles de connacionales en Estados Unidos? Mientras el equipo se prepara para su debut en la Copa Oro en Los Ángeles, su silencio ha desatado una ola de cuestionamientos. ¿Es indiferencia o cálculo político?

Fuentes cercanas al cuerpo técnico revelan que Aguirre ha instruido a sus jugadores a evitar temas sensibles durante entrevistas. Sin embargo, este hermetismo contrasta con su historial de declaraciones polémicas en otros contextos. ¿A qué se debe esta cautela selectiva?

Álvaro Morales, conocido por su postura frontal en ESPN, no dudó en señalar la contradicción: “Mientras los migrantes enfrentan redadas, el Vasco prefiere guardar silencio. Pero cuando se trata de acercarse a partidos políticos, ahí sí tiene voz”. ¿Existe realmente una doble moral en el manejo de su imagen pública?

Documentos obtenidos por nuestro equipo muestran que, en reuniones privadas con directivos de la Federación, Aguirre argumentó que “el fútbol no debe mezclarse con política”. Sin embargo, expertos en comunicación estratégica cuestionan esta postura: “En un momento donde el deporte y los derechos humanos son inseparables, su neutralidad resulta sospechosa”, advierte un analista consultado.

Lo que comenzó como una crítica a la falta de empatía podría revelar un patrón más profundo. Mientras la selección busca unificar a la diáspora mexicana, las acciones (u omisiones) de su técnico parecen estar generando el efecto contrario. ¿Está Aguirre perdiendo conexión con la base social que sustenta al fútbol mexicano en Estados Unidos?