México y Colombia miden fuerzas en un amistoso con sabor a revancha

En un espectáculo que promete más drama que una telenovela prime time, la Selección Mexicana se batirá en duelo con Colombia, cuyo astro refulgente, James Rodríguez, parece haber resucitado de su criogenia futbolística para liderar al equipo cafetero.

El escenario no podía ser más surrealista: el Estadio de los Dallas Cowboys, un coliseo donde el fútbol americano reina, albergará este sábado 11 de octubre un partido que algunos ya califican como “el amistoso más serio de la historia”.

Mientras Colombia se aferra al sexto puesto de clasificación directa al Mundial 2026 como un náufrago a un salvavidas de lujo, México presume su reciente Copa Oro con la solemnidad de un emperador romano tras saquear un pueblo indefenso.

El combinado cafetalero, con figuras como Luis Díaz (que en Liverpool corre más que Forrest Gump) y Jhon Arias (ídolo de Fluminense donde los hinchas le perdonan hasta los penales errados), llega con la moral por las nubes. No así su ranking FIFA (14°), apenas tres escalones arriba del Tricolor, en lo que parece ser el “top de los casi-alguien”.

Dirige la orquesta Néstor Lorenzo, técnico que desde 2022 intenta convertir a Colombia en una máquina de ganar… cuando no juega contra equipos que saben patear hacia adelante.

En el bando azteca, Javier Aguirre exige estos “amistosos de alto riesgo” con la urgencia de quien sabe que, tras el fracaso en eliminatorias, solo quedan dos opciones: prepararse para 2026 o dedicarse al frontón.

El partido servirá para responder preguntas existenciales: ¿James Rodríguez sigue siendo ese “10” de leyenda o solo un bonito recuerdo con patines? ¿México puede ganar fuera del Azteca? ¿Y por qué demonios juegan en un estadio de fútbol americano?