La CDMX declara guerra a las nubes con alerta amarilla y paraguas

CIUDAD DE MÉXICO. – En un acto de valentía sin precedentes, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) ha desplegado su arma más letal contra el clima: un comunicado de prensa. La Alerta Amarilla —color oficial de la burocracia asustadiza— fue activada para combatir el temible fenómeno conocido como “invierno”, que este año incluye novedades como gotas de agua verticales y bolitas de hielo caprichosas.

Doce valientes alcaldías (Álvaro Obregón, Benito Juárez y otras cuyo nombre nadie recuerda) se preparan para lo peor: que sus habitantes descubran que las calles no son albercas. Las autoridades pronostican entre 15 y 29 milímetros de terror líquido, suficiente para que los automovilistas olviden cómo funcionan los frenos.

Entre las recomendaciones destacadas: “No cruzar ríos que antes eran calles” (revolucionario), “usar paraguas” (tecnología del siglo XVIII) y la más controvertida: “retirar basura de las coladeras”, medida radical que contradice la política municipal de los últimos 50 años.

Mientras tanto, los ciudadanos se preguntan si no sería más fácil declarar alerta permanente en una ciudad donde la lluvia —como los impuestos y las promesas políticas— es predeciblemente anual.