Una Noticia que Nos Hace Reflexionar
En esta profesión, uno se acostumbra a los ciclos de fama y olvido, pero ninguna experiencia te prepara para las noticias que llegan como un golpe sordo, recordándonos la fragilidad que hay detrás del brillo de la pantalla. Me enteré del fallecimiento de Floyd Roger Myers Jr., quien para muchos será siempre el pequeño de “El Príncipe del Rap“, con ese nudo en el estómago que solo aparece cuando se va alguien con quien, de alguna manera, creciste.
Su nombre, Floyd Roger Myers Jr., volvió a ocupar los titulares, no por un nuevo proyecto, sino por una partida repentina. Según la información que ha circulado, procedente de fuentes como TMZ, el antiguo niño actor perdió la vida a causa de un paro cardíaco. He visto muchas veces cómo estas tragedias sacuden a la comunidad artística; te das cuenta de que la salud es un tesoro que a menudo descuidamos en la vorágine de este oficio.
La confirmación final, la que da veracidad al dolor, vino de boca de su madre, Renee Trice. Ella fue quien reveló a los medios que el deceso ocurrió durante la madrugada de este miércoles en la vivienda del intérprete, ubicada en Maryland. Es en estos momentos, lejos de los focos y los aplausos, cuando la vida muestra su cara más cruda y familiar. Nos deja una lección profunda sobre la importancia de cuidarnos más allá de la fama pasajera.
				
															
								
															















