El camino complicado hacia el liderato
Desde mi experiencia en el mundo del fútbol, puedo decirles que la recta final de un torneo siempre revela el carácter de un equipo. Al América se le complica el primer objetivo del Apertura 2025: terminar como líder. Con solo dos jornadas por disputar, las Águilas ocupan la cuarta posición con 31 unidades, un espejo en el que ningún gigante quiere mirarse. Los partidos ante León y Toluca serán un examen de fuego. He vivido muchas temporadas y les aseguro que en esta instancia, cada punto pesa como un título.
La mentalidad de un campeón
La declaración de Brian Rodríguez no es solo una frase para la prensa; es la esencia de vestir esta camiseta. “América debería estar en primer lugar siempre”, sentenció el uruguayo. Tiene razón. En mis años, aprendí que los equipos grandes no negocian sus aspiraciones. Conformarse con un empate ante Mazatlán o un segundo puesto es una lección que, si se aprende, duele en el vestuario. Aquí la grandeza no es un privilegio, es una obligación diaria.
El desafío de las bajas médicas
Más allá del calendario complicado, el club azulcrema enfrenta una prueba que conozco bien: la cascada de lesiones. Un plantel diezmado es una sombra de lo que puede ser. Rodríguez lo sabe y por eso su advertencia es clara: “Nadie quiere enfrentar a América en ninguna fase y menos con plantel completo”. Recuerdo una final donde las ausencias nos condicionaron el partido. Cuando todos regresen, el equipo tendrá una profundidad que, se los aseguro, cambiará por completo el panorama de la Liguilla en la Liga MX.
El faro de la campaña
En medio de la tormenta, Brian Rodríguez emerge como el faro. Con su renovación hasta 2028, el uruguayo no solo es el mejor elemento del equipo con siete goles y cuatro asistencias; es el termómetro del rendimiento colectivo. Su reflexión sobre la presión es de manual: “La presión te ayuda a estar alerta”. Esa es la verdad que se aprende con los años. En una institución como esta, no hay lugar para la mediocridad. La lucha hasta el último minuto no es una opción, es el ADN de un campeón. El objetivo está claro y el camino, aunque empinado, se transita con la frente en alto.




















