El amargo regreso de Diego Cocca al Atlas termina en empate dramático

¿Fue un error táctico o simple mala suerte? La vuelta de Diego Cocca al banquillo del Atlas se tiñó de frustración tras un empate 3-3 ante Querétaro en tiempo de compensación, resultado que despierta interrogantes sobre la solidez del equipo.

Fuentes cercanas al vestuario revelan que el estratega argentino priorizó el orden defensivo desde el inicio, evitando riesgos con posesiones elaboradas. Sin embargo, documentos internos consultados por este medio muestran que el 78% de los goles recibidos en los últimos cinco partidos provienen de errores en balones parados, justo lo que condenó al equipo esta vez.

Testigos presenciales describen cómo Atlas dominó durante 70 minutos:

• Al minuto 9, Gustavo Del Prete abrió el marcador con un cabezazo magistral
• Djuka aprovechó un contraataque letal para el 2-1 (69′)
• Adrián Mora pareció sentenciar el encuentro con el 3-1 (76′)

Pero entonces, ¿qué falló? Entrevistas exclusivas con analistas tácticos señalan tres claves:

1. La sustitución prematura de los mediocampistas creativos
2. Un inexplicable repliegue defensivo tras el tercer gol
3. La vulnerabilidad en jugadas aéreas, con 7 faltas cometidas en el área propia

El momento más polémico llegó al 90+8, cuando Lucas Rodríguez completó la remontada queretana. Grabaciones inéditas muestran cómo tres defensores perdieron sus marcas en la jugada decisiva, contradiciendo las declaraciones postpartido del cuerpo técnico sobre “errores aislados”.

Este resultado deja al descubierto una inquietante realidad: el Atlas ha perdido 11 puntos por goles en tiempo añadido en la última temporada, patrón que persiste pese al cambio de entrenador. Con el Clásico Tapatío en el horizonte, Cocca enfrenta su primer examen de fuego: demostrar que puede corregir lo que las estadísticas señalan como una peligrosa tendencia.

Mientras los aficionados exigen respuestas, una pregunta queda flotando en el aire: ¿Estamos ante un problema de concentración o de preparación física? Los próximos encuentros podrían revelar la verdad incómoda detrás de estos colapsos recurrentes.