Una estrategia disruptiva toma forma en Ciudad Universitaria
La directiva de los Pumas de la UNAM no está simplemente reforzando su plantilla; está ejecutando una reinvención táctica a contrarreloj para el Clausura 2026 de la Liga MX. ¿Y si el verdadero fichaje no es el jugador, sino la mentalidad ganadora que trae consigo?
Con la llegada del estratega Antonio Sancho a la vicepresidencia deportiva, el Club Universidad Nacional ha iniciado una ofensiva de mercado que desafía la parálisis convencional. El primer movimiento, casi cerrado, es una declaración de intenciones: buscar no solo talento, sino pedigrí continental.
Juninho Vieira: Más que un delantero, un vector de cambio
El refuerzo en la mira es Juninho Vieira, un delantero brasileño cuya hoja de ruta incluye la gloria con el Flamengo en la Copa Libertadores. Su posible incorporación plantea una pregunta provocadora: ¿qué vale más, los seis millones de dólares de su traspaso o la experiencia intangible de un campeón que disputa la Copa Intercontinental de la FIFA?
Este atacante, formado en el Athletico Paranaense, representa la versatilidad pura. Capaz de actuar como extremo por ambas bandas o como centrodelantero, su llegada no llena un puesto, sino que crea un ecosistema ofensivo nuevo. Ocuparía una de las plazas foráneas disponibles, una jugada limpia en el tablero administrativo.
La travesía de un ganador: de Minas Gerais a la cantera universitaria
Nacido en Minas Gerais, Juninho (29 años) es un nómada del gol. Su carrera, un mapa de conexiones aparentemente inconexas por equipos como Portimonense, Vila Nova, Estoril y el Qarabag azerí, es un testimonio de adaptación y resiliencia. Cada escala no fue un desvío, sino un módulo de aprendizaje.
Su palmarés con el Flamengo –Libertadores, Derbi de las Américas, Copa Challenger– no es solo una colección de trofeos. Es el manual de operaciones bajo presión máxima que Pumas busca internalizar. Incluso su presente es una lección: se incorporaría tras defender al “Mengao” en la final intercontinental ante el Paris Saint-Germain, llevando el aura de la élite global directamente a CU.
Esta operación no es una simple transacción. Es un experimento de pensamiento lateral: importar un gen competitivo forjado en el crisol del fútbol sudamericano para catalizar una transformación profunda. El equipo de Efraín Juárez no busca reemplazos para Guillermo Martínez o José Juan Macías; está codificando un nuevo ADN ofensivo. La pregunta que queda flotando es: ¿estamos presenciando la llegada de un jugador, o el primer paso de una revolución futbolística en la cantera universitaria?
