Cuando los presidentes cambian los discursos por pastelazos

En un giro cósmico de justicia poética, John Cena —antes condecorado como “el hombre que hacía enojar a las leyes de la física”— decidió que salvar el mundo con músculos era menos rentable que ridiculizarlo con una corbata. Así nace “Jefes de Estado”, la fábula moral donde dos titanes de la política (interpretados por un exluchador y un exsuperhéroe) descubren que liderar naciones es como actuar en una película de Adam Sandler, pero con armas nucleares.

“Prefiero que el planeta se ría de mi personaje que de mi currículum”, confesó Cena sobre su rol como Will Derringer, un presidente estadounidense cuya mayor habilidad diplomática es esquivar tartas de crema. Idris Elba, por su parte, perfecciona su papel de “primer ministro británico que olvidó ser James Bond”, demostrando que el Brexit fue solo un ensayo para esta tragicomedia.

LA DIRECCIÓN (O CÓMO PERDER LA DIGNIDAD EN 120 MINUTOS)

El director Ilya Naishuller, conocido por filmar caos con estilo, orquesta este ballet de ineptitud geopolítica donde los protagonistas —tras caer del Air Force One como bolsas de patatas— deben sobrevivir a enemigos peor escritos que sus propios discursos. La verdadera estrella es Priyanka Chopra Jonas, quien interpreta a “la única adulta en la habitación”, un papel revolucionario porque, al parecer, Hollywood acaba de descubrir que las mujeres saben usar armas y sarcasmo.

EL MENSAJE (SI ESCARBAS ENTRE LAS EXPLOSIONES)

La cinta es un espejo deformante de nuestra era: los líderes son celebridades, las crisis se resuelven con persecuciones en Fiat 500, y el poder real lo tiene quien lleva el pastel. “El chiste es que no hay chistes”, filosofó Elba entre takes, mientras Cena practicaba su cara de “¿en qué momento mi vida llegó a esto?”. La película, disponible en Prime Video, es el manual definitivo para sobrevivir al 2025: ríete antes de que el mundo te ridiculice.