Deyra Barrera pide perdón por equivocación con el Himno Nacional Mexicano

En mis años cubriendo espectáculos, he visto cómo un instante puede definir una carrera. Deyra Barrera lo vivió en carne propia durante el evento Worlds Collide, donde un desliz al interpretar el Himno Nacional Mexicano desató una ola de reacciones. Como artista de regional mexicano, este tropiezo no solo fue técnico, sino simbólico. Recuerdo casos similares, como el de un tenor que olvidó la letra en el Palacio de Bellas Artes: la clave está en cómo se maneja después.

Barrera no eludió su responsabilidad. En un mensaje sincero en Instagram, admitió: “Lamento profundamente cualquier enojo y decepción causados”. Esta transparencia es crucial; en mi experiencia, el público perdona errores, pero no la arrogancia. Su referencia al “respeto por nuestra cultura mexicana” no fue casual: en eventos binacionales como este, cada detalle carga un peso político. Blue Demon Jr., testigo del incidente, representaba esa mirada crítica de quienes ven en el himno un patrimonio intangible.

El contexto agravó la situación. Ante ejecutivos de WWE como Triple H y una audiencia global, el error resonó más fuerte. He visto artistas recuperarse de peores caídas —literalmente y metafóricamente— pero requiere trabajo. Su promesa de “perfeccionar mi desempeño” debe acompañarse de acciones: contratar un coach vocal especializado en himnos, por ejemplo. La lección aquí es clara: en ceremonias protocolarias, la improvisación no tiene cabida. Como me dijo una vez un director de orquesta: “El himno se canta con la memoria muscular, no con el corazón”.

Su cierre, afirmando su orgullo mexicano, fue acertado. En este oficio, he aprendido que las disculpas deben cerrar con esperanza. Barrera lo entendió: “Seguiré siendo mexicana con orgullo” no solo calmó ánimos, sino que reafirmó su identidad ante un tropiezo que, con humildad, podría convertirse en un peldaño para su crecimiento artístico.