Disputa familiar retrasa la sucesión de Silvia Pinal

La sucesión de Silvia Pinal enfrenta un impasse tras la renuncia de María Elena Galindo como albacea, un cargo que asumió después del fallecimiento de su hermana, Tina Galindo, confidente y representante de la leyenda cinematográfica, quien murió en noviembre de 2024.

Designada inicialmente por la propia Pinal, Tina Galindo era la principal ejecutora del testamento, con su hermana María Elena como suplente. Sin embargo, priorizando su bienestar, María Elena declinó la responsabilidad, notificando su decisión a la familia hace un mes.

Tras el deceso de la actriz, los herederos celebraron una primera junta para iniciar el proceso sucesorio. No obstante, según María Elena, no hubo consenso entre los involucrados, particularmente entre las bisnietas, para concretar una nueva reunión y avanzar con la protocolización legal.

Desde 2004, Silvia Pinal tenía un plan patrimonial claro y detallado para distribuir sus activos entre hijos, nietos y bisnietos. Incluso, en vida, realizó transferencias de bienes específicos, como la obra que Diego Rivera le dedicó, la cual actualmente posee Alejandra Guzmán.

Si bien se reportó un encuentro familiar en diciembre de 2024, Sylvia Pasquel aclaró que no se trató de la apertura formal del testamento, sino de una sesión informativa para conocer los lineamientos generales del legado.

La lectura oficial del documento, proyectada inicialmente para marzo de 2025, se ve ahora retrasada indefinidamente. La falta de acuerdo entre los descendientes para coordinar el proceso fue el factor clave que motivó la renuncia de la albacea, quien declaró buscar tranquilidad lejos de la presión que conlleva administrar un patrimonio de tal magnitud y complejidad.

El testamento incluye como beneficiarios directos a sus tres hijos: Alejandra Guzmán, Luis Enrique Guzmán y Sylvia Pasquel, extendiéndose también a sus nietas y bisnieta.