Fernanda Castillo rechaza críticas sobre su cuerpo y prioriza las injusticias globales

El nombre de Fernanda Castillo resonó en redes sociales tras la polémica generada por un video donde la actriz, reconocida por su papel de Mónica Robles en El señor de los cielos, recibió comentarios sobre su complexión delgada. Muchos usuarios especularon sobre su bienestar físico, lo que llevó a los Estudios Churubusco a desactivar los comentarios en la publicación.

En el clip, Castillo aparecía con un atuendo deportivo que destacaba su tonificación muscular, pero la conversación rápidamente se desvió hacia juicios sobre su peso. Desde mi experiencia en el ámbito mediático, he visto cómo la obsesión por el físico de las figuras públicas eclipsa su talento y humanidad. Recuerdo un caso similar con una colega cuyo trabajo fue minimizado por discusiones superficiales, algo que demuestra lo arraigado que está este problema.

La actriz respondió con un mensaje contundente en Instagram: “Este mundo en el que la gente está ‘más preocupada’ por el cuerpo de los demás que por las injusticias y atrocidades que sufren millones. Qué vergüenza”. Sus palabras reflejan una lección clave: la necesidad de enfocarnos en lo verdaderamente relevante. Como profesional, he aprendido que las redes amplifican tanto lo banal como lo importante, y depende de nosotros elegir dónde poner el foco.

Este no es un caso aislado. Recientemente, la cantante Amandititita también alzó la voz contra los estereotipos: “Nunca fui una güera Televisa”, declaró, reivindicando su autenticidad. Estas reacciones nos recuerdan que, tras las pantallas, hay personas reales enfrentando presiones injustas. La madurez en este negocio implica entender que la empatía debe primar sobre el escrutinio gratuito.

En definitiva, el episodio invita a reflexionar: ¿por qué normalizamos juzgar lo superficial mientras ignoramos causas urgentes? Como sociedad, debemos evolucionar hacia una mirada más compasiva y menos intrusiva.