Florinda Meza desmiente la versión ficticia de la creación de El Chapulín Colorado

En un giro digno de los melodramas que tanto ama la televisión, Florinda Meza ha tomado el rol de custodia de la verdad histórica —o al menos de la versión más conveniente para su narrativa— al denunciar que la serie “Chespirito: Sin Querer Queriendo” ha cometido el pecado capital de la ficción: ficcionar. Según la actriz, la escena donde muestran al cómico ideando al Chapulín Colorado entre lágrimas y crisis existenciales es tan real como los superpoderes del personaje.

El episodio “Que No Panda El Cúnico” —título que parece describir la reacción de los guionistas ante las críticas— insinúa que el genio creativo de Gómez Bolaños dependía de su esposa de turno, como si los superhéroes se cocinaran a fuego lento en el matrimonio. Meza, armada con la autobiografía del comediante como si fuera un testamento sagrado, exige que la leyenda se ajuste a su relato preferido: “¿Les gustó lo del Chapulín? Pues lástima, porque la realidad es aburrida y no cabe en un *flashback* dramático”, parecen decir sus declaraciones.

La ironía, por supuesto, es que Meza —quien lleva años librando una batalla épica contra esta producción— ahora recurre al dogma de la autenticidad para defender un legado que, irónicamente, se construyó sobre sketches absurdos y situaciones imposibles. ¿Acaso no es el mejor homenaje a Chespirito permitir que su historia también tenga un toque de chanchada creativa?

Mientras tanto, los espectadores seguiremos disfrutando del espectáculo paralelo: la industria del entretenimiento discutiendo sobre fidelidad histórica como si no hubiera contradicción en esos términos. Después de todo, ¿qué sería de la televisión sin sus dosis generosas de realidad alterna?