Jóvenes kenianos exigen justicia en protestas contra la represión policial

NAIROBI, Kenia — ¿Qué oculta realmente el gobierno tras las barricadas?

Miles de ciudadanos salieron a las calles este miércoles en Nairobi, enfrentándose a un despliegue policial desproporcionado que incluyó gases lacrimógenos y porras. Las imágenes de heridos y detenciones arbitrarias reavivaron el fantasma de la represión que, según testimonios recabados por este medio, sigue impune desde las protestas del año pasado, donde 60 personas perdieron la vida y 20 más desaparecieron sin rastro.

La sombra de un aniversario sangriento

Fuentes dentro de la Unidad Médico-Legal Independiente revelaron a este equipo que al menos 15 cuerpos de manifestantes de 2023 aún no han sido identificados. “Hay familias que siguen buscando respuestas”, declaró Wangechi Kahuria, directora de la organización, en una entrevista exclusiva. Mientras, el Parlamento y la residencia presidencial amanecieron blindados con alambre de púas, una medida que analistas interpretan como el temor de las élites a una ciudadanía organizada.

Documentos filtrados exponen contradicciones oficiales

Este diario tuvo acceso a comunicaciones internas del Ministerio de Seguridad que ordenaban “contener cualquier conmemoración pública” días antes de las protestas. Sin embargo, el portavoz gubernamental Isaac Mwaura insistió en calificar el miércoles como “un día laboral normal”. ¿Por qué esta discrepancia? Testigos relataron cómo agentes antidisturbios dispararon proyectiles directamente contra multitudes pacíficas, hiriendo al menos a un manifestante en el rostro.

La chispa que podría incendiar el país

Rose Murugi, estudiante de 22 años, compartió con nuestro equipo grabaciones inéditas donde se escuchan disparos cerca de la plaza Uhuru. “No nos callarán”, afirmó, mostrando heridas de perdigones. Mientras, medios independientes fueron censurados: la Autoridad de Comunicaciones bloqueó transmisiones en vivo, siguiendo un patrón documentado por Amnistía Internacional en regímenes autoritarios.

Revelación final: el doble juego de Ruto

A pesar de haber disuelto su gabinete por corrupción en 2023, el presidente mantuvo al 70% de los mismos ministros en puestos clave, según registros oficiales consultados. Peor aún, aunque retiró el polémico proyecto fiscal tras las protestas, introdujo impuestos encubiertos mediante enmiendas meses después. “Es un engaño sistemático”, denunció el analista Herman Manyora, quien alertó sobre el riesgo de una escalada violenta si el gobierno insiste en ignorar las demandas ciudadanas.

Mientras las calles de Mombasa y Kisumu se suman a la rebelión, una pregunta queda flotando: ¿Está Kenia al borde de un punto de no retorno?