Después que fueran abandonados por sus hijos y sus nietos, estos dos abuelitos se conocieron hace 14 años y decidieron juntar sus vidas para apoyarse y hacerse compañía mutuamente.
Se trata de la señora Teresita de Jesús de 64 años y del señor Víctor Hernández de 54, quienes salen a la calle, en busca del sustento para comer.
Ellos no tienen casa y por el momento, viven de arrimados (como dicen ellos), con una señora que les presta un cuartito para que duerman.
«Aceves tenemos que dormir en la calle o de bajo de un puente ya que no tenemos nada y tampoco la ayuda de nuestros hijos», dijeron.
La abuelita tiene a sus hijos en Texas pero ya se han olvidado de ella y el señor tiene a sus hijos aquí en Matamoros pero de igual manera, como si no existiera.
Doña Teresita tiene que andar en silla de ruedas ya que tiene un problema en una de sus piernas, don Víctor es el que la trae y la lleva.
Los dos se dedican a andar por las calles y tiendas de la ciudad, vendiendo pulseritas y cubrebocas para poder comprar algo de comida.
Por último, dicen que a lo mucho, sacan ciento cincuenta pesos al día, y en ocasiones cincuenta.
Si usted los ve, ayudelos ya que no cuentan con ningún apoyo y la señora tiene que comprar sus pastillas para la azúcar.
Por: David Martínez
