Ciudad de México.— A más de dos meses de la explosión de una pipa de gas que estremeció al oriente de la capital y dejó 32 personas sin vida, la historia de Yaneth Guadalupe Guerrero López vuelve a encender un rayo de esperanza. La joven de 22 años, que tenía cinco meses de embarazo al momento del accidente y que se convirtió en uno de los rostros más dolorosos de la tragedia, fue dada de alta este domingo del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).
La Secretaría de Salud de la Ciudad de México confirmó que Yaneth concluyó su etapa crítica de recuperación y fue entregada a su familia, que ha permanecido a su lado desde aquel 10 de septiembre, cuando un viaje para comprar pirotecnia terminó convirtiéndose en un episodio de horror.
Un viaje familiar que cambió sus vidas
Yaneth, su esposo Francisco, su hijo Uriel y su sobrino Mateo, de 12 años, viajaban en su vehículo rumbo a la zona de Santa Martha. La familia, originaria de Guanajuato, se dedicaba a la venta de pirotecnia y planeaba abastecerse para la temporada.
En cuestión de segundos, una nube de gas rodeó el automóvil. Francisco, creyendo que era polvo, subió la ventanilla… un gesto que sin saberlo le salvaría la vida, dejándolo con quemaduras menores. La explosión estalló casi al instante. Yaneth logró salir del vehículo con su hijo Uriel para intentar ponerse a salvo, pero quedó directamente expuesta a las llamas.
La joven sufrió quemaduras en el 60% de su cuerpo. Su pequeño hijo, de apenas unos años, resultó con lesiones en el 30% de su superficie corporal. Ambos fueron trasladados de urgencia y comenzaron un largo proceso médico que hoy deja sus primeros frutos.
Alta médica y un camino que continúa
Tras semanas de atención especializada en el INR, Yaneth logró superar la fase más delicada. De acuerdo con la Secretaría de Salud, su recuperación seguirá acompañada de seguimiento médico y psicológico, tanto para ella como para su familia.
“Las instituciones de salud involucradas continuamos brindando atención integral que incluye seguimiento médico y apoyo psicológico”, informó la dependencia.
Otra noticia alentadora: la recuperación de Jazlyn, de 2 años
La Secretaría de Salud también anunció la recuperación de Jazlyn Azuleth, una bebé de dos años que resultó gravemente herida en el mismo incidente. Gracias al apoyo de la Fundación Michou y Mau, la pequeña fue trasladada al Hospital Shriners de Galveston, Texas, donde recibió atención especializada en quemaduras pediátricas.
Hoy, Jazlyn ya se encuentra en casa, dando un paso más hacia la reconstrucción de su vida.
Una tragedia que dejó una marca profunda
La explosión de la pipa en Iztapalapa dejó un saldo devastador: 32 personas fallecidas y 90 heridas. Para muchas familias, los procesos médicos y emocionales continúan, pero historias como la de Yaneth y Jazlyn ofrecen un respiro en medio del dolor.
La recuperación completa llevará tiempo, pero cada alta médica representa un avance, un cierre parcial y la confirmación de que, incluso tras las tragedias más duras, la esperanza sigue abriéndose camino.
