Crónica de un Nuevo León donde el cubrebocas ya no es obligatorio… pero igual se usa

Monterrey.- Después de 16 meses, gracias a que se redujeron de forma importante los contagios, hospitalizaciones y decesos por el virus SARS-CoV-2, este domingo los habitantes de la zona metropolitana volvieron a salir a la calle y otros espacios públicos sin la obligación de utilizar el cubrebocas, como exigían las autoridades estatales de Salud, con el apoyo de los cuerpos policiacos.

Y es que, mediante un decreto emitido por el exgobernador Jaime Rodríguez Calderón para entrar en vigor el primero de noviembre de 2020, se podía castigar con arresto de 36 horas a quienes no acataran la medida de protección sanitaria, aunque las detenciones terminaban en una simple amonestación y exhorto a cuidarse por un juez calificador.

Sin embargo, como la gente no atendía la recomendación mientras se intensificaba la pandemia, el gobierno estatal propuso ante el Congreso local una modificación a la Ley Estatal de Salud para que fuera exigible legalmente el accesorio.

La modificación que fue aprobada el primero de febrero de 2021, permitió castigar a quienes ignoraban la medida con arresto de 36 horas, una multa desde 448 hasta mil 742.40 pesos, o trabajo comunitario por ocho horas, y fue así que se hizo masiva la utilización del cubrebocas, aunque siempre había unos pocos que desatendían la recomendación sanitaria.

En un recorrido realizado este domingo por calles del centro de Monterrey, se observó que aproximadamente el 90 por ciento de los transeúntes usaba el cubrebocas, y de los que no lo portaban, la mayoría era porque estaban disfrutando alguna nieve, un elote, o tomaban algún refresco; pero lo traían en una mano o a la altura de la garganta. Mientras, en los establecimientos cerrados donde todavía se exige su uso, tanto empleados como clientes cumplen con la medida.

En base a un sondeo al azar, entre los que todavía lo usaron en espacios abiertos como el parque Fundidora y la calle peatonal Morenos, unos cuantos desconocían la nueva disposición que considera opcional el uso del accesorio en espacios abiertos; pero la mayoría quiere seguirse cuidando del virus que hasta el sábado, había segado  la vida de 16 mil 127 personas en la entidad.

Según la secretaría estatal de Salud el 12 de marzo, hubo 69 casos de Covid-19, una cifra que no se presentaba desde los días previo al inicio de la cuarta ola a mediados de diciembre de 2021, que contrasta con los siete mil 207 contagios reportados el 20 de enero de este año, el pico más alto de toda la pandemia.

Asimismo, se registraron el sábado 165 hospitalizaciones, muy por debajo de las mil 10 que se reportaron el 31 de enero que constituyen el pico de la cuarta ola, al tiempo que  el sábado había 25 pacientes intubados, cuando el pasado primero de marzo se reportaron 60 personas con ventilación mecánica y hace mes y medio la cifra oscilaba en los 150 casos.

Manuel Salazar Chavarría, de 78 años de edad, quien deambula diariamente por la calle peatonal Morelos y sobrevive de la solidaridad de los paseantes, asegura que a más de dos años que inició la pandemia en el estado, ha logrado salvarse del virus SARS-CoV-2, situación que atribuye a que se la pasa en un espacio abierto y pernocta en la calle.

“Es un lugar muy sano”, a diferencia del transporte público y en los hospitales, donde va la gente aglomerada, o hay muchos enfermos”, sostiene.

 

Fuente: El Universal