Denuncian operativo para manipular elección judicial en Nuevo León

La administración del gobernador Samuel García ha desplegado una estrategia cuestionable al interior del aparato estatal para influir en la elección judicial del 1 de junio. Según denuncias de empleados públicos, se estaría reclutando a funcionarios para que voten por candidatos afines al partido en el poder, utilizando métodos que rayan en la coacción.

Las fuentes revelan que trabajadores de diversas secretarías y organismos estatales han sido presionados para entregar hasta 10 credenciales del INE —propias, de familiares o conocidos— con el fin de alterar los resultados electorales. Aunque en Nuevo León solo se renovarán cargos federales, el operativo busca asegurar votos mediante tácticas poco éticas.

Lo más alarmante es que los empleados han sido convocados a múltiples simulacros, donde practican cómo enviar fotografías de sus credenciales, boletas marcadas y un código QR personalizado que verifica su participación. “Nos dan un ‘acordeón’ con instrucciones precisas sobre cómo votar”, confesó un funcionario bajo condición de anonimato.

Además, se les exige recolectar credenciales de electores cercanos, quienes también deberán acudir a las urnas bajo instrucciones específicas. En algunas dependencias, como la Secretaría de Educación, se ha fijado una meta mínima de 500 votos por unidad regional, mientras que en el Instituto de Control Vehicular se solicitan al menos cinco credenciales por empleado.

El clima de temor es palpable: muchos admiten participar por miedo a represalias laborales. “Nos amenazan con despedirnos si no colaboramos”, declaró una de las fuentes. Esta situación plantea serias dudas sobre la transparencia del proceso electoral y la integridad de las instituciones en Nuevo León.

¿Hasta dónde puede llegar la maquinaria política para garantizar resultados favorables? Este caso no solo expone vulnerabilidades en el sistema, sino que también invita a reflexionar sobre la necesidad de mecanismos más robustos para proteger la democracia.