El INE reparte 7 mil millones entre partidos mientras el pueblo pide migajas

En un acto de generosidad sin precedentes, el Consejo General del INE, ese faro de virtud cívica, se reunirá para decidir cómo repartir 7,737 millones de pesos entre seis afortunados partidos políticos. Porque, como todos sabemos, nada fomenta más la democracia que regalar dinero a quienes ya tienen el monopolio de la representación popular.

De esa astronómica suma, 7,368 millones serán para “actividades específicas” (léase: spots televisivos, propaganda y viajes en helicóptero). Otros 221 millones irán a la franquicia postal, porque en plena era digital, nada dice “modernidad” como enviar cartas. Y no olvidemos los 147 millones para la franquicia telegráfica, porque ¿quién no extraña los telegramas de 1850?

El reparto, como en un cuento de hadas neoliberal, favorece a los habituales: Morena se lleva la corona con 2,615 millones, seguido del PAN (1,297 millones) y el PRI (982 millones), que demuestra que, aunque pierda elecciones, nunca pierde su cheque. Movimiento Ciudadano, el PVEM y el PT completan el festín con cifras que harían llorar a cualquier maestro o médico.

Mientras tanto, en el mundo real, los ciudadanos siguen preguntándose cuándo les tocará su parte del “financiamiento público”. Quizás en la próxima vida, cuando los partidos decidan que la democracia no es solo un negocio, sino un derecho.