Ricardo Villalba, propietario de una zapatería en la av. José López Portillo de Cancún casi esquina con Torcasita, y creador del Comedor de Dios, que brindo alimento a cientos de personas que se quedaron sin empleo durante la pandemia por COVID 19, falleció víctima de esa enfermedad.
No tenía una asociación civil, pero decidió unir esfuerzos y apoyar a la población que no tenía un plato de comida en su mesa, durante la etapa más difícil de la pandemia.
Apenas el pasado 20 de abril reconocieron su labor en el ayuntamiento de Benito Juárez con la medalla Sigfrido Paz Paredes, en el que, a través de su discurso, agradeció a las personas que lo postularon.
Agradeció a todas las personas y autoridades que se sumaron a su proyecto de ayuda social, recordando que el “Comedor de Dios” nació de la necesidad alimentaria que ha traído consigo la pandemia del Covid-19, “pues son muchas personas las que han perdido su empleo, quienes no tienen para alimentar a su familia, para pagar una renta, quienes hemos perdido a un familiar o a un ser querido” dijo en ese entonces.
Señaló que el 28 de marzo del 2020 pudo ver con sus propios ojos la crisis económica que ha ocasionado esta enfermedad, en especial en destinos como Cancún por depender de la actividad turística.
Pudo, dijo, ver a personas sacar retos de comida de la basura, lo que le recordó su dura infancia cuando desde los cinco años vivió en situación de calle, lo que lo impulsó a esta labor, que logró entregar alrededor de 250 mil platos de comida, con lo cual aseguró devolvió a Cancún un poco de lo mucho que le había dado.
fuente Canal 10
