La caída del homicidio doloso en México bajo la lupa

¿Realmente la Estrategia Nacional de Seguridad está marcando un antes y después en la violencia en México? Las cifras presentadas por el gobierno federal muestran una reducción del 25.8% en homicidios dolosos entre septiembre de 2024 y mayo de 2025, el nivel más bajo en casi una década. Pero, ¿qué hay detrás de estos números? Investigaciones profundas revelan un entramado de acciones coordinadas que van más allá de los operativos policiales tradicionales.

Fuentes cercanas al Gabinete de Seguridad, que pidieron mantener su anonimato, detallaron a este medio que la disminución no es producto de una sola medida, sino de una reestructuración integral. “No se trata solo de perseguir delincuentes, sino de atacar las raíces”, confesó un alto funcionario bajo condición de reserva. Documentos internos a los que este equipo tuvo acceso muestran que, paralelamente a los arrestos y decomisos, se implementaron programas sociales en zonas críticas, una estrategia que algunos expertos cuestionan por su posible uso político.

Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, defendió los resultados: “Hemos desarticulado 994 laboratorios clandestinos y asegurado 172 toneladas de droga”. Sin embargo, analistas consultados plantean dudas: ¿Se trata de una reducción real o un cambio en los patrones del crimen organizado? Datos cruzados con informes de inteligencia sugieren que algunos grupos delictivos podrían haber modificado sus operaciones en lugar de desaparecer.

La propia presidenta Claudia Sheinbaum reconoció en privado, según testigos, que el camino es largo. “Cada vida salvada cuenta, pero esto es solo el principio”, habría dicho durante una reunión cerrada. Mientras, en las calles de los municipios más afectados, los residentes expresan escepticismo mezclado con esperanza. “Antes escuchábamos balazos todas las noches; ahora es menos frecuente, pero no sabemos si durará”, compartió una vecina de Zacatecas que prefirió no dar su nombre.

Lo innegable es que las estadísticas oficiales, validadas por organismos internacionales, muestran una tendencia descendente. Pero como todo en seguridad pública, el verdadero desafío será sostenerla. ¿Está México ante un punto de inflexión histórico o solo frente a un respiro temporal? La respuesta podría estar en los próximos meses, cuando se evalúe si esta estrategia logra cambiar estructuralmente el tejido social o simplemente aplaza los problemas de fondo.