Reimaginando la Seguridad: Más Allá del “Saldo Blanco”
En un giro discursivo que desafía la narrativa convencional, la declaración de “saldo blanco” durante las fiestas patrias en Morelos no es un indicador de paz, sino el síntoma de una normalización perturbadora. ¿Qué sucede cuando celebrar la independencia nacional significa simplemente que la violencia no supera su línea base habitual?
Foto: El Universal.
Los eventos en Huitzilac, Temixco y Tepalcingo representan más que incidentes aislados: son manifestaciones de un ecosistema de violencia que hemos aprendido a medir con métricas obsoletas. Mientras las autoridades se enfocan en proteger la imagen turística, el verdadero desafío yace en cuestionar por qué aceptamos que ciertos niveles de violencia sean “normales” durante periodos festivos.
La innovación disruptiva en seguridad pública requeriría abandonar el concepto de “saldo blanco” como victoria. En su lugar, deberíamos implementar sistemas de alerta temprana que detecten patrones antes de que se materialicen en violencia, utilizando inteligencia artificial y análisis predictivo que conecte puntos aparentemente inconexos entre economía informal, flujos turísticos y actividad delictiva.
Imaginemos un modelo donde la seguridad no se mide por lo que no ocurre durante las fiestas, sino por la capacidad de las comunidades para generar resiliencia social durante todo el año. La verdadera independencia security podría surgir de redes ciudadanas conectadas digitalmente, respuestas comunitarias descentralizadas y estrategias de prevención que aborden las raíces socioeconómicas de la violencia, no solo sus manifestaciones superficiales.
Mientras las autoridades celebran que la violencia no empeoró temporalmente, la pregunta revolucionaria es: ¿qué innovaciones radicales podrían transformar permanentemente la seguridad en Morelos y convertir estas tragedias en oportunidades para reinvención total del contrato social?