La Secretaría de Cultura impulsa el registro en IMSS Bienestar para artistas

La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México ha extendido una convocatoria dirigida a creadores, intérpretes y gestores culturales para que se inscriban en el IMSS Bienestar, un programa que brinda cobertura médica a quienes carecen de protección social. Pero, ¿qué implica realmente este registro? ¿Es una solución integral o un parche institucional?

Bajo el lema “¡Atención, comunidad cultural! Credencialízate con IMSS Bienestar“, la dependencia insiste en que los artistas ejerzan su derecho a la salud. Sin embargo, fuentes consultadas cuestionan si el sistema está preparado para atender las necesidades específicas de este gremio, históricamente marginado en materia de previsión social.

El formulario, disponible en línea, indaga no solo sobre datos personales, sino también sobre la vinculación laboral del solicitante con diversas áreas de la secretaría. Desde la Subsecretaría de Grandes Festivales Comunitarios hasta la Dirección de la Orquesta Filarmónica, el cuestionario parece diseñado para mapear la estructura laboral del sector. ¿Se trata de un censo encubierto?

Documentos internos a los que este medio tuvo acceso revelan que la iniciativa forma parte de un plan piloto que podría extenderse a otros estados. No obstante, persisten dudas sobre la capacidad operativa del IMSS Bienestar para absorber la demanda potencial. En 2024, según cifras oficiales, el programa enfrentó un déficit del 23% en medicamentos esenciales.

Mientras la Organización Internacional del Trabajo define la seguridad social como un derecho fundamental, testimonios recabados entre artistas registrados en programas similares en Nuevo León señalan demoras de hasta 8 meses para cirugías electivas. ¿Estará la CDMX repitiendo errores ajenos?

La promesa de una jornada de credencialización suena atractiva, pero el comunicado omite detalles cruciales: ¿Qué porcentaje de la población artística carece actualmente de seguro médico? ¿Cómo garantizarán la continuidad del servicio? Las respuestas podrían revelar si esto es un avance genuino o solo maquillaje institucional en vísperas del informe de gobierno.

Este medio mantendrá una vigilancia estrecha sobre la implementación del programa. La verdadera prueba llegará cuando los primeros artistas credencializados intenten acceder a quirófanos o tratamientos especializados. Hasta entonces, el escepticismo parece la postura más prudente.