Maestros de la CNTE irrumpen en el SNTE y queman oficinas en protesta

En una jornada de tensión y movilización, maestros afiliados a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) ingresaron violentamente a las instalaciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en la Ciudad de México y Chilpancingo, donde incendiaron playeras y documentos del gremio. La escena, cargada de indignación, refleja años de descontento acumulado por lo que los docentes consideran un abandono sistemático de sus demandas.

Durante más de una hora, el edificio del SNTE resonó con el estruendo de vidrios rotos y golpes de mazo, mientras profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) intentaban derribar la puerta principal, reforzada con gruesas láminas de acero. Afuera, cientos de docentes de Oaxaca, Michoacán y Guerrero aguardaban expectantes, coreando consignas contra lo que denominan “charrismo sindical”. Finalmente, lograron acceder al interior, donde celebraron con júbilo, aunque prohibieron el uso de celulares y cámaras bajo amenaza de confiscación.

La protesta, que comenzó a las 9:30 de la mañana en la sede del SNTE en República de Venezuela, incluyó consignas como “Va a caer la Ley del ISSSTE” y “Mentira, la misma porquería”, evidenciando el rechazo a reformas laborales y educativas que consideran lesivas. Este tipo de acciones no son nuevas; en mis años cubriendo conflictos magisteriales, he visto cómo la frustración por la falta de diálogo lleva a medidas cada vez más radicales.

En paralelo, se canceló la gira de la presidenta Claudia Sheinbaum por Tlapa, Guerrero, sin que se diera una explicación oficial. Fuentes cercanas sugieren que la decisión está vinculada al clima de inestabilidad, luego de que ayer la CETEG intentara tomar la Secretaría de Gobernación. Los maestros exigen, entre otras cosas, un aumento salarial del 100% y la abrogación de la Ley del ISSSTE, vigente desde 2007. Desde el 15 de mayo, la CNTE mantiene un plantón en el Zócalo, una estrategia que, en mi experiencia, suele prolongarse cuando las negociaciones se estancan.

Lo ocurrido hoy no es un hecho aislado, sino el resultado de una fractura histórica entre bases magisteriales y liderazgos sindicales. Como testigo de protestas similares en el pasado, puedo afirmar que sin un diálogo genuino, estas tensiones solo escalarán.