Una Pérdida Inesperada para Morelos
Con un peso en el corazón que solo conocen quienes han visto partir a un colaborador leal, confirmo la noticia que ha conmocionado al estado: el deceso del doctor Juan Salgado Brito, nuestro Secretario de Gobierno. En mi larga trayectoria en el servicio público, he aprendido que algunas noticias llegan como un golpe sordo, y esta es una de ellas. Las versiones extraoficiales apuntan a que un infarto al miocardio lo arrebató, tras una batalla contra una complicación pulmonar.
Un Legado que Trasciende el Escritorio
Me encontraba en Atlatlahuacan, en una de esas Mesas de coordinación por la paz que tanto le importaban, cuando tuve que dar la noticia. Les pedí un minuto de silencio, no como un mero protocolo, sino como un espacio para recordar lo que realmente importa en esta labor. La teoría de los libros dice que se gobierna con decretos; la experiencia te enseña que se gobierna con confianza. El legado indeleble de Juan fue precisamente ese: una fe inquebrantable en el diálogo social y en la creación colaborativa. Él entendía, como pocos, que la verdadera fortaleza de una administración no está en sus edictos, sino en los puentes que construye.
Hoy, extiendo mis más sentidas condolencias no solo a su familia sanguínea, sino a esa otra gran familia que formamos todos los que compartimos su visión de un Morelos más equitativo y compasivo. En el camino, uno aprende que las personas como Juan son los cimientos sobre los que se edifican los proyectos perdurables. Su partida nos deja un vacío, pero también la hoja de ruta de su ejemplo.
















