Terremoto en México: Cifra de fallecidos aumenta a 250

Las labores de rescate continuaban la noche de este miércoles en Ciudad de México, donde hay esperanza de sacar con vida a gente atrapada entre los escombros, incluidos niños de una escuela colapsada por el sismo de 7,1 grados que deja al menos 250 muertos

La atención la acapara el colegio privado Enrique Rebsamen, en el sur de la ciudad y donde fallecieron 21 niños y cinco adultos, además de que hay una treintena de desaparecidos.

Pero los socorristas han logrado ubicar mediante un escáner térmico a una pequeña viva, con la que ya hablaron incluso, y otros cinco menores.

«Vi cinco niños vivos pero están enredados en una telaraña de varillas metálicas», dijo a la agencia AFP un rescatista de protección civil que pidió el anonimato por no estar autorizado a declarar.

La noticia renovó el ánimo entre los militares, cuerpos de socorro y numerosos civiles que se sumaron voluntariamente al rescate.

Pero se advierte que sacar a los niños podría tomar horas.

«Es muy delicado el trabajo que se tiene que hacer para cortar las varillas sin lastimar a los niños. Los aparatos mostraban que los latidos de su corazón ya estaban débiles», añadió el rescatista.

Hasta ahora, 11 niños y al menos una maestra han sido sacados con vida de la escuela colapsada.

En un mensaje televisivo, el presidente Enrique Peña Nieto dijo que los equipos de rescate siguen trabajando en la localización de desparecidos, porque «la prioridad sigue siendo salvar vidas y dar atención médica».

«Se ha rescatado con vida a más de 50 personas de los escombros de edificios derrumbados de ciudad de México», dijo al señalar que en las próximas semanas se hará un censo de daños para luego proceder a la reconstrucción de las zonas afectadas en el centro del país.

Sociedad organizada

El 19 de septiembre de 1985, Ciudad de México atravesaba el momento más trágico de su historia luego de que un devastador terremoto de 8,1 grados redujera a escombros amplios sectores, dejando más de 10.000 muertos.

Ante un gobierno ausente, los mexicanos se organizaron para levantar a la megaurbe de sus ruinas, cambiando la historia social y política de la ciudad.

Y en un ejercicio de memoria colectiva, sin importar la edad pues los capitalinos han crecido viendo imágenes del sismo de 1985 y realizando simulacros, la sociedad se organizó espontáneamente.

Miles salieron a las calles a sacar escombros con las manos, ofrecer alimentos y agua a rescatistas y damnificados. Pero esta vez fue codo a codo con las autoridades y con el apoyo de la tecnología del siglo XXI.

La solidaridad se desbordó y en medios y sitios afectados se exhortaba a dejar de enviar alimentos perecederos y se seleccionaba cuidadosamente a los espontáneos rescatistas.

No faltaban escenas de algunas personas, en una suerte de «turismo» en torno al terremoto, se tomaban «selfies» con edificios colapsados de fondo.

Uno de los mayores «atractivos» era un exclusivo auto deportivo italiano que quedó aplastado por una enorme losa en el sector chic de Roma-Condesa, conocido por sus bares y restaurantes y donde viven numerosos extranjeros.