Seis planetas y las Perseidas iluminarán el cielo en agosto

Este agosto, el firmamento regalará un fenómeno astronómico excepcional: seis planetas sincronizarán sus órbitas en una alineación casi perfecta antes del amanecer, un espectáculo visual que cautivará a observadores y aficionados de la astrofotografía.

Mercurio, Júpiter, Venus, Urano, Neptuno y Saturno formarán una línea celestial, coincidiendo con el clímax de las Perseidas, la lluvia de meteoros más vibrante del año. Una fusión de rareza cósmica y belleza efímera que transformará la madrugada en un lienzo estelar.

Un evento astronómico que redefine la observación urbana

Según National Geographic, este fenómeno será visible en el hemisferio norte durante la madrugada del 11 de agosto, con México como uno de los mejores puntos de observación. Cuatro planetas —Mercurio, Júpiter, Venus y Saturno— brillarán a simple vista, mientras Urano y Neptuno requerirán binoculares o telescopios, democratizando la experiencia tanto para curiosos como para expertos.

La coincidencia con las Perseidas añadirá ráfagas de meteoros a este ballet planetario, creando una experiencia multisensorial bajo las estrellas. Apps de astronomía como SkyView o Stellarium pueden ayudar a localizar los puntos clave en tiempo real.

Guía para capturar el momento

Para maximizar la experiencia, se recomienda escapar de la contaminación lumínica: parques nacionales, zonas altas o reservas naturales ofrecerán la mejor visibilidad. En ciudades, techos y miradores urbanos con vista despejada al horizonte este serán alternativas prácticas.

El momento óptimo inicia a las 4:30 a.m., cuando la alineación alcanzará su punto más visible antes de que el amanecer difumine el espectáculo. Para astrofotógrafos, configuraciones de larga exposición y lentes gran angular capturarán tanto planetas como estelas meteóricas.

Este evento fusiona ciencia y poesía cósmica: una oportunidad para reconectar con el universo en una era dominada por pantallas. Ya sea con tecnología o solo con la mirada, la madrugada del 11 de agosto promete un instante de asombro puro que no se repetirá en décadas.