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Espectáculos

Shakira y Alejandro Sanz desatan rumores con su innegable química

La audiencia enloquece con la conexión irrefrenable entre los dos íconos musicales.

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Foto: El Universal.

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En un mundo donde el espectáculo y el drama personal se fusionan como una telenovela sin guion, los fans de Shakira y Alejandro Sanz han decidido que ellos dos deben ser pareja, porque, claro, ¿qué mejor terapia post-ruptura que un romance con un colega del gremio musical? La colombiana y el español volvieron a encender las redes con su más reciente encuentro en Miami, donde la cantante, en un arrebato de sinceridad escénica, soltó un piropo que hizo temblar las bases del Hard Rock Stadium.

Desde que Shakira y Piqué decidieron que el amor eterno dura exactamente lo que un contrato millonario, los seguidores de la artista han estado empeñados en emparejarla con Sanz, como si la vida fuera un romcom de Netflix. “¡Son almas gemelas!”, gritan desde las butacas, ignorando que quizás, solo quizás, dos personas puedan compartir micrófono sin terminar compartiendo cama. Pero no, la lógica fanática dicta que si hay química artística, debe haber pasión oculta, aunque sea en forma de colaboraciones discográficas de hace dos décadas.

La última provocación ocurrió durante el concierto en Miami, donde Shakira, en un momento de éxtasis musical (o quizá cansancio acumulado), declaró ante miles de personas que Alejandro Sanz es “lo más bello que ha parido España después de mis hijos”. Una frase tan poética como calculada, porque ¿qué mejor manera de mantener relevancia que alimentando el morbo colectivo? Sanz, por su parte, respondió con un mensaje en redes que solo faltó firmar con un “esto es negocio, no amor”.

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Mientras tanto, los fans analizan cada mirada, cada abrazo, cada suspiro, como si fueran investigadores del FBI buscando pistas de un crimen. “¡Mírenlo, se sonrojó cuando ella le tocó el brazo!”, exclaman, olvidando que en el escenario hace calor y que, a veces, un abrazo es solo un abrazo. Pero no importa: en la era del shipping compulsivo, cualquier interacción humana debe ser romanticizada hasta el absurdo.

Así, entre colaboraciones musicales, piropos virales y comentarios de fans que juran haber visto “chispas de amor”, el circo mediático sigue girando. Porque al final, en el negocio del espectáculo, lo importante no es si son pareja, sino cuánto tiempo pueden mantener al público preguntándoselo.

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