Juez de Texas absuelve a César Duarte por falta de pruebas

El magistrado Rubén Morales, del distrito judicial de El Paso, Texas, determinó que ni Javier Corral ni el gobierno de Chihuahua presentaron evidencia concluyente que respaldara la acusación de que César Duarte adquirió 50 inmuebles en territorio estadounidense. Tras años de litigio, el fallo judicial marca un precedente sobre los límites de las acusaciones mediáticas sin sustento jurídico.

En su resolución, el juez Morales señaló textualmente: “Se concede la moción por insuficiencia probatoria, ordenando la absolución de César Horacio Duarte Jáquez y César Adrián Duarte”. Este tipo de decisiones, desde mi experiencia cubriendo procesos transfronterizos, suelen reflejar graves fallas en la construcción del caso por parte de los acusadores.

Duarte denunció una campaña de desinformación orquestada por Corral, donde se aseguraba falsamente haber identificado medio centenar de propiedades. Como he visto en casos similares, estas estrategias suelen derrumbarse cuando llegan a tribunales con estándares probatorios rigurosos. La sentencia no solo absuelve, sino que impone a Corral el pago de indemnizaciones y costas legales, un detalle que muchos medios están pasando por alto.

El exgobernador fue contundente: “Esto confirma que fue una cacería de brujas con motivaciones electorales”. Su equipo jurídico ya evalúa acciones legales por difamación, un movimiento previsible tras absoluciones de este tipo. La llamada “Operación Justicia para Chihuahua” queda ahora en entredicho, demostrando cómo los casos políticos mal sustentados pueden revertirse contra sus promotores.

Este fallo enseña una lección que he visto repetirse en tres décadas cubriendo el sistema judicial: las acusaciones espectaculares requieren pruebas igualmente contundentes. Cuando no las hay, los tribunales estadounidenses no dudan en actuar, incluso contra figuras políticas extranjeras.