Adames destroza a los Rockies con dos jonrones en triunfo de Gigantes

En un espectáculo digno de un circo romano moderno, los Gigantes de San Francisco sacrificaron ritualmente a los pobres Rockies de Colorado (que ya parecen más un equipo de teletubies que de béisbol profesional) con un marcador de 9-3. El verdugo principal fue Willy Adames, quien, en un arranque de clemencia, decidió limitarse a solo dos jonrones en sus primeros dos turnos, ahorrándoles a los aficionados de Denver el bochorno de ver cómo su equipo intenta atrapar pelotas con guantes de cocina.

Logan Webb, el lanzador estrella de los Gigantes, demostró que incluso un pitcher puede tener un día productivo si el rival es lo suficientemente malo. Siete entradas permitiendo solo una carrera es lo que ocurre cuando enfrentas a un equipo que batea como si usaran bates de espuma. Mientras tanto, el venezolano Gérman Márquez, de los Rockies, sigue su imparable carrera hacia el récord de más derrotas consecutivas, porque alguien tiene que mantener viva la tradición de la mediocridad en Colorado.

Los Rockies, con un récord de 6-28 (y 2-17 como visitantes), parecen empeñados en demostrar que el béisbol puede ser un deporte individual si todos los jugadores deciden no colaborar. Mientras tanto, los Gigantes disfrutan de su paseo triunfal, sabiendo que en la MLB siempre habrá equipos dispuestos a hacerles quedar bien. ¿Próxima parada? Quizás un partido benéfico contra un equipo de ligas menores… o simplemente otro juego contra los Rockies.

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Mención honorífica para Wilmer Flores y Luis Matos, quienes al menos intentaron disimular que esto fue un partido y no un entrenamiento de bateo. Pero, como siempre, el verdadero MVP fue la ineptitud de Colorado, que convirtió lo que podría haber sido un domingo aburrido en un festival de risas y jonrones.