Diego Luna revela la trama oculta del Mundial México 86 en Netflix

En un giro disruptivo para la narrativa deportiva, Diego Luna desentraña la trama política y el ingenio maquiavélico que llevó a México a albergar el Mundial de 1986. ¿Qué pasaría si el fútbol no fuera solo un juego, sino un tablero de poder donde la astucia supera al presupuesto? Netflix desafía la memoria oficial con “México 86“, una sátira audaz que expone cómo el caos se convirtió en oportunidad.

Dirigida por Gabriel Ripstein, la cinta desmonta el mito del azar: fue una red de influencias, con Guillermo Cañedo y Televisa como arquitectos invisibles, lo que arrebató la sede a una Colombia en crisis. Imaginen a Henry Kissinger jugando al ajedrez geopolítico… y perdiendo ante la picardía mexicana.

Netflix no solo rescata esta epopeya, sino que la enmarca en su celebración del Día del Cine Mexicano, junto a otras apuestas rompedoras: la adaptación de Aura de Carlos Fuentes por Alonso Ruizpalacios —un viaje gótico a las sombras del poder— y “Contra el huracán“, donde el desastre natural se vuelve metáfora de la resiliencia. ¿Podría el cine ser la herramienta definitiva para reescribir la historia?

Este proyecto no es nostalgia: es un espejo para repensar cómo las crisis —económicas, políticas o climáticas— pueden ser el combustible de las mayores hazañas. ¿Qué otras “realidades alternativas” nos esperan en el archivo secreto del fútbol y la cultura?