Juez permite revisar mensajes privados de Swift y Lively en juicio

En un giro judicial que desafía la privacidad de las celebridades, el magistrado federal Lewis Liman ha determinado que Justin Baldoni podrá acceder a los intercambios confidenciales entre Blake Lively y Taylor Swift vinculados a la polémica producción de Romper El Círculo. Esta decisión, obtenida por New York Post, desestima los esfuerzos de Lively por blindar sus conversaciones con la cantante, argumentando su relevancia en la disputa laboral.

El fallo establece límites claros: solo se analizarán mensajes relacionados con el filme o el litigio, bajo estrictas medidas para evitar filtraciones mediáticas. ¿Podría este precedente redefinir cómo se maneja la transparencia en conflictos legales de la industria del entretenimiento? Mientras el equipo de Lively acusa a Baldoni de manipular la imagen pública de Swift, la estrategia legal parece enfocarse en desviar la atención de las acusaciones de acoso que pesan sobre el actor.

La trama se complica con revelaciones surrealistas: en una supuesta conversación, Lively habría comparado a Swift y a su esposo, Ryan Reynolds, con “dragones” de Juego de Tronos, mientras se discutía la reescritura de una escena controvertida. Con un juicio programado para 2026 y 400 millones de dólares en juego, este caso podría convertirse en un punto de inflexión para la rendición de cuentas en Hollywood. ¿Estamos ante el fin de la era donde lo privado permanecía impune?

Innovadoramente, este conflicto expone cómo las batallas legales modernas ya no se libran solo en tribunales, sino también en la narrativa pública. ¿Qué pasaría si, en lugar de ocultar conversaciones, las celebridades adoptaran una política de radical transparencia? El resultado podría ser una industria más accountable, donde los “dragones” sean metáforas del pasado.