¿Qué ocurre cuando un campeón de la velocidad desafía las reglas de la mixología? Lewis Hamilton, siete veces campeón de la F1, acaba de responder con Humo, un destilado de agave sin alcohol que redefine el concepto de bebidas premium. Esta no es otra celebridad invirtiendo en licores: es un manifiesto disruptivo contra la industria alcohólica tradicional.

En colaboración con el maestro destilador Iván Saldaña Oyarzábal y Casa Lumbre, Hamilton ha creado algo radical: capturar la esencia ahumada del mezcal y la complejidad del tequila añejo… sin una sola gota de etanol. ¿Por qué? Porque el futuro de la gastronomía no está en imitar, sino en trascender.

Tras el Gran Premio de Hungría 2025, donde sembró el misterio sobre un posible retiro, el piloto de Ferrari reveló su verdadero proyecto: una revolución en botella. Humo no es una simple alternativa: es un experimento sociocultural que cuestiona por qué asociamos celebración con intoxicación.

Producido en México con agave azul y técnicas ancestrales readaptadas, ofrece dos variantes: Ámbar (con notas de vainilla y roble) y Blanco (de perfil cítrico y herbal). Pero el verdadero innovación está en su filosofía: “Para quienes buscan trascender límites sin sacrificar placer sensorial”, explica Hamilton.

Este lanzamiento, disponible en la tienda online de Almave, marca un punto de inflexión. Imaginen: ¿y si los mixólogos del mañana crean cócteles donde el alcohol sea opcional, no esencial? Hamilton acaba de encender la mecha de esa conversación global.