Odalys Ramírez desnuda el lado tóxico de la televisión mexicana

En un giro irónico digno de Rebel Without a Cause mezclado con Lord of the Flies, la ahora estrella Odalys Ramírez reveló cómo los conductores veteranos de TV Azteca perfeccionaron el arte del acoso laboral disfrazado de “iniciación profesional”.

La joven presentadora, que llegó a Tempranito con la inocencia de una cría de foca en aguas de tiburones, descubrió que en la televisión mexicana el bullying no es un problema a erradicar, sino un rito de paso obligatorio. “Eran tan falsos como un billete de tres pesos”, confesó sobre sus colegas, maestros del doble lenguaje: azúcar en público, veneno en privado.

El difunto Daniel Bisogno, según Ramírez, elevó el maltrato televisivo a arte performático: “Improvisaba comentarios denigrantes como si fueran chistes, porque en este negocio la crueldad siempre se disfraza de humor”. Un recordatorio patético de que en la farándula, el acoso laboral tiene mejor rating que la decencia.

Lo más tragicómico: estos mismos verdugos emocionales que hoy lloran en redes sociales por la “pérdida de valores en la televisión” fueron pioneros en convertir los sets en arenas romanas donde las nuevas generaciones servían de alimento para leones. ¿El mensaje? Bienvenida al espectáculo, donde tu dignidad es el precio de entrada.