SEÚL, Corea del Sur
Un avión de patrulla P-3 de la Armada surcoreana se precipitó a tierra durante un ejercicio de entrenamiento rutinario, cobrando la vida de sus cuatro ocupantes. Las autoridades confirmaron el fatal desenlace mientras equipos forenses trabajaban en la identificación y recuperación de los restos.
La aeronave despegó de la base naval de Pohang alrededor de las 13:43 horas antes de desplomarse en circunstancias aún por esclarecer. Las hipótesis iniciales apuntan a fallos técnicos o humanos, pero la Marina de Guerra ha conformado una comisión especial para determinar las causas exactas del siniestro, paralizando temporalmente toda la flota de aviones P-3.
Testigos reportaron el impacto cerca de un complejo residencial, donde las llamas consumían los restos del aparato entre espesas columnas de humo. Los servicios de emergencia movilizaron unidades especializadas para controlar el incendio y asegurar la zona, aunque afortunadamente no se registraron víctimas colaterales en tierra.
Este lamentable suceso revive el trauma del accidente de Jeju Air en 2022, cuando un Boeing 737 se estrelló en el aeropuerto de Muan con un balance trágico de 179 fallecidos. Los recientes incidentes han reabierto el debate sobre los protocolos de seguridad en la aviación civil y militar coreana.